domingo, 29 de noviembre de 2009

El Libro Completo de los Dinosaurios

TÍTULO: El Libro Completo de los Dinosaurios
AUTOR: Steve Parker
EDITORIAL: Blume
PÁGINAS: 448 divididas en 15 capítulos, además de la introducción, el glosario, etc...
AÑO DE EDICIÓN: 2007
PRECIO: Unos 20€ sin gastos de envío, lo puedes comprar AQUÍ.




El Libro Completo de los Dinosaurios es un fantástico libro que incluye un total de 500 especies de los tiempos prehistóricos, lo que quiere decir que no todas son dinosaurios, es más, tan sólo unas 270 especies son de dinosaurios, las otras son de todo tipo de seres vivos, desde poríferos hasta el Homo sapiens.


Aunque el libro no trate temas concretos de los dinosaurios, cumple muy bien con su función, que es proporcionar fichas y datos de una buena parte de los géneros conocidos, además de una cantidad inmensa de paleoilustraciones.

En la introducción, se tratan levemente la Evolución y los fósiles, aplicados no sólo a dinosaurios, sino a cualquier animal que haya existido o exista. El libro comienza describiendo a los primeros poríferos y annélidos que existieron en el Cámbrico, y avanzando por las distintas edades de nuestro planeta hasta el Mesozoico, donde son descritos unos 270 dinosaurios, uno por uno.

Después vemos otros animales de la era de los dinosaurios y los animales que vivirían después, cerrando el libro con unas pocas secciones anexas (dónde ver dinosaurios, glosario...).
En resumen, un libro de lectura profunda pero muy fácil de entender para los que no tengan conocimientos ni de dinosaurios, ni de biología, ni de evolución (y para los que sí tengan), que le vendrá muy bien especialmente a la gente que se quiere introducir en el mundo de los dinosaurios.

When crocs ate dinosaurs

Para los que al igual que yo no pudieron ver este documental de cocodrilos mesozoicos, les dejo una noticia de la fox (en inglés, claro) en la que aparece parte del documental y Paul Sereno comentando un poco los nuevos descubrimientos. Entre los cocodrilos que vemos aquí están el famoso Sarcosuchus y el recién descubierto Kaprosuchus.



Espero que les haya gustado, o al menos hayan podido practicar su inglés XD.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Mi primera paleoilustración

Aunque no se me da nada bien dibujar, hace unos días me decidí a intentarlo a ver que salía, y bueno, dentro de mis posibilidades, me salió algo decente. En fin... veánlo ustedes mismos.



Baryonyx walkeri

Para ver la imagen en mayor tamaño haz click AQUÍ.

¿Qué opinan?

Homalocephale

El Homalocephale es un paquicefalosaurio bastante bien conocido que pertenecía al grupo de los paquicefalosaurios que casi nadie conoce, los homalocefálidos, que al no tener bóveda son mucho menos representados, y además sus restos son muy muy escasos. El Homalocephale medía hasta 3m de longitud, pesaba hasta 90kg y vivió durante el Cretácico superior (como todos los paquicefalosaurios). Sus restos fósiles han sido extraídos del desierto de Gobi, y estos son un cráneo en buen estado y un esqueleto bastante completo.

Los rasgos distintivos de Homalocephale y de su grupo se basan sobre todo en la abertura de fenestras supratemporales en el cráneo y en una “bóveda” que en lugar de una bóveda es una especie de escudo óseo en la parte frontal de la cabeza. Este escudo estaba rodeado por unos adornos óseos característicos de todos los paquicefalosaurios, cuya función debió ser distintiva, tal vez una señal de diformismo sexual.
Los pequeños dientes de este animal tenían forma de hoja y estaban preparados para desmenuzar la vegetación y enviarla lo más triturada posible al estómago. Sus miembros anteriores eran cortos, y su cola se mantenía recta gracias a varillas óseas situadas en las vértebras, característica propia de muchos ornitisquios.

El gran dilema de los paquicefalosaurios es si se embestían entre sí, y Homalocephale no nos aporta mucho sobre eso, pues por desgracia no está tan investigado como otros paquicefalosaurios como Stegoceras.
El hábitat en el que vivió este dinosaurio fue realmente impresionante, ya que entre los dinosaurios de la zona se encontraban el Velociraptor y el Protoceratops, y el gran tiranosáurido Tarbosaurus.


Aunque no he estado muy inspirado, espero que les haya entretenido, en especial a Zhadow!.

Stegoceras

El Stegoceras fue un paquicefalosaurio relativamente pequeño, cuyos abundantes restos fósiles lo han convertido en el paquicefalosaurio mejor conocido y estudiado. Medía unos 2m de longitud, pesaba sobre 60kg y vivió durante el Cretácico superior, en el continente Norteamericano. Sus restos fósiles, consistentes en un esqueleto parcial y muchos huesos adicionales, aparte de algunos cráneos, proceden de EEUU y Canadá, y los primeros restos hallados fueron descritos por Lawrence Lambe en 1902.
Stegoceras era el más típico paquicefalosáurido con un pequeño domo de 8cm de grosor, con el que tal vez se pegara esos famosos golpes que tan representados están hoy día. Alrededor de la bóveda, un reborde óseo adornaba todo su cráneo, pasando por encima de los ojos y llegando hasta el hocico. Sus dientes eran curvado y pequeños, muy aserrados para triturar bien la vegetación.
Hablando de características anatómicas, diremos en primer lugar que tenía unos miembros anteriores muy cortos, con cinco dedos terminados en curiosas garras, aunque el “pulgar” era demasiado pequeño como para realizar cualquier función (en principio). Las fuertes extremidades posteriores del animal eran las que debían desplazarlo, pero no se engañe, aunque este fuera un animal aparentemente pequeño y ligero, los estudios científicos han determinado que la velocidad no era lo suyo. Por último, decir que el Stegoceras tenía unos ojos grandes y un cerebro bastante grande también, lo que tal vez daría lugar a un modo de vida social relativamente compleja.

En cuanto al tema de los golpes con el cráneo, no creo que fuese muy improbable para Stegoceras, pues tenía un cuello muy robusto, una escasa velocidad y por tanto poca fuerza para embestir, y una gruesa bóveda difícil de romper, además del hecho de que tal vez en la vida de Stegoceras hubiese rangos sociales por los que luchar.

jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Qué fósil es?

A pedido de un amigo peruano, aquí va por fin una nueva edición de QFE, que debería de resultar sencilla para aquellos que leyeron las ediciones de terópodos de Cómo identificar fósiles de dinosaurios.


Algunos datos: Este cráneo data del Cretácico inferior de EEUU, y mide 1'3m de largo. Mucho cuidado con las fenestras.

La lista para elegir el dinosaurio a describir:

  • Homalocephale
  • Huayangosaurus
  • Procompsognathus
  • Lufengosaurus
  • Avimimus

¡Mucha suerte!



PD: Disculpen la mala calidad de la imagen.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Reanálisis de una vértebra

Dos paleontólogos han realizado un nuevo análisis de una vértebra de saurópodo de la provincia de Shandong, China. Al parecer, la vértebra, que data del Cretácico inferior, muestra un asombroso parecido con las vértebras de los diplodócidos, y es que de ser esta vértebra de un diplodócido, representaría al primer diplodócido descubierto en Asia.

La vértebra caudal analizada muestra una serie de rasgos que la adjudican a un diplodócido, los cuales no he sido capaz de traducir al castellano, así que les dejo en inglés estas líneas tomadas de DinoData.

A mildly procoelous centrum; a deep pit-like pneumatic fossa immediately below the caudal rib; wing- or fan-shaped caudal ribs; and complex lamination of the neural spine.

Pero lo importante de todo esto no es sólo que hemos probado la existencia de diplodócidos en el continente asiático, sino que además hemos descubierto que no todos los diplodócidos se extinguieron nada más comenzar el Cretácico, pues el saurópodo propietario de esta vértebra existió en el Cretácico inferior.

Como identificar fósiles de dinosaurios-2x1

Aprendamos un poco sobre las características craneales de los paquicefalosaurios, un grupo conocido por muy escasos restos esperando a que un paleontólogo en el futuro encuentre más fósiles con los que podamos resolver nuestras dudas.



Hemos desenterrado este precioso cráneo en unas rocas del desierto de Gobi (¡qué calor que hemos pasado!) que datan del Cretácico, superior. Su longitud es de 20cm.

Rápidamente identificamos que se trata de un paquicefalosaurio, a no ser que no sepamos que un dinosaurio con una gran bóveda en el cráneo es un paquicefalosaurio. Pues bien, dentro de los paquicefalosaurios, hay dos grupos principales, Homalocephalidae y Pachycephalosauridae. Distinguir ambos grupos a partir de un cráneo es poco más que coser y cantar.

Bueno, en realidad es poco más que coser y cantar siempre y cuando conozcas las diferencias claro. Los paquicefalosáuridos tenían una bóveda “redonda” que carecía de fenestras, pero en cambio los homalocefálidos tenían una bóveda casi llana que además tenía un par de fenestras supratemporales. Ahora sí es más fácil, y podemos observar que nuestro cráneo pertenece a un paquicefalosáurido.

Ahora pensamos en un paquicefalosáurido típico, y quien va a ser sino el Pachycephalosaurus, con un cráneo de un metro de longitud y con 8m de longitud total. Como siempre, aplicamos una regla de tres.

0’6---8
0’2--x

x = 8·0’2/0’6= 2’66m

Vale, un paquicefalosáurido de unos dos metros y medio de largo del Cretácico superior de Mongolia es… Prenocephale, indiscutible propietario de este cráneo. Como habrán podido comprobar, identificar paquicefalosaurios a partir de su cráneo es, al igual que en los ceratópsidos, bastante fácil, pero el problema es que encontrar un cráneo completo de paquicefalosaurio es poco más común que encontrar un ejemplar de saurópodo completo y en perfectas condiciones.

Ahora, dediquemos estas líneas finales a familiarizarnos con el vocabulario paleontológico, para entender por ejemplo que son la neurapófisis y el pleurocelo.

Como ya sabrán, las vértebras son esenciales en la clasificación de los saurópodos, y dos importantes rasgos en los que nos debemos fijar son los antes nombrados, pues pueden ahorrarnos mucho trabajo y decirnos rápidamente a qué grupo de saurópodos (cetiosaúridos, camarasáuridos, diplodócidos…) pertenece el fósil.
En estas vértebras, por ejemplo, se puede apreciar una clara neurapófisis separada formando un canal en forma de “U”, y un pleurocelo muy hondo, características propias de los camarasáuridos como Europasaurus, propietario de estas vértebras.

martes, 24 de noviembre de 2009

Edmontosaurus

El Edmontosaurus (lagarto de Edmonton) fue uno de los hadrosáuridos (dinosaurios de pico de pato) más grandes que el mundo jamás haya conocido. Medía hasta 13m de largo, pesaba cuatro toneladas y vivió durante el período Cretácico tardío. Las medidas, número de dientes, vértebras y demás características de este género varían según de que especie hablemos (Edmontosaurus annectens, E. saskatchewanensis…), así que yo voy a dar unos rasgos generales del animal sin meterme demasiado en detalles y números. Sus fósiles han sido hallados en Edmonton (Canadá) y en Montana y New Jersey (EEUU), aunque también se han encontrado especimenes de este género en el círculo polar ártico, lo que nos indica que fue un dinosaurio común.
Sus características anatómicas eran muy parecidas a las de cualquier ornitópodo, ya que podía andar a dos o a cuatro patas, según lo requiera la situación, tenía tres dedos en las extremidades posteriores, una larga cola y un pico en el cráneo en forma de semicírculo aplanado. En su cráneo, respectivamente, es donde se encuentran sus rasgos únicos. El cráneo tenía forma triangular (visto de perfil) y además de este pico en forma de pala con el que el dinosaurio arrancaba gran cantidad de hojas y de vegetación sin apenas dificultad, disponía de mejillas, una característica que comparten poquísimos dinosaurios, y que le proporcionaba la ventaja de que al comer, podía “almacenar” la comida en la boca como hacemos nosotros, y eso le evitaba el tener que tragarla directamente o que se le fuera cayendo la comida mientras la trituraba.
Hablando de triturar, en sus mejillas disponía de baterías de dientes pequeños pero aserrados con los que cortaba y trituraba la durísima vegetación que podía encontrar a ras de suelo o en los helechos. Como los dientes se iban desgastando al triturar, estos se iban desechando y le crecían dientes nuevos en unos seis meses.
Otro importante dato es que se han encontrado restos fosilizados de su piel, por lo que los científicos la han podido analizar y han determinado sus características. Era una piel escamosa (como la de todos los reptiles) que protegía muy bien el cuerpo tanto del frío como del calor, lo cual explica el hecho de que este dinosaurio pudiera vivir en el círculo ártico.

La última gran característica de este herbívoro era un gran “pliegue nasal” que se encontraba sobre su cabeza, y cuando se llenaba o vaciaba de aire, producía un potente sonido que podía servirle para pedir ayuda, atemorizar a su predador, o disputarse a una hembra con otro macho. Esto del sonido no está del todo probado.
No debió ser muy inteligente, ya que su cerebro, en relación a su cuerpo, era bastante pequeño. La vida de este dinosaurio consistiría en pastar y evitar que no le cazaran los grandes depredadores del Cretácico. Existe la posibilidad de que fuera capaz de nadar, y en caso de que esto fuera cierto, le sería muy útil a la hora de huir de los carnívoros.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Dinosaurios de Níger

Aunque los dinosaurios de Níger no eran tan abundantes como los de Argentina, España o Portugal, y de hecho tan sólo vivieron en el Cretácico inferior (excepto alguno del Jurásico superior o del Cenomaniano), conformaban sin duda una de las faunas más espectaculares y titánicas de la Tierra, porque además de dinosaurios, Níger tiene una gran riqueza mesozoica en cocodrilos, como el enorme Sarcosuchus.

Comenzamos en el Hauteriviano, hace unos 135 millones de años, cuando unos enormes saurópodos llamados Jobaria recorrían la exuberante vegetación atravesada por ríos. El Jobaria medía unos 24m de longitud, y era seguramente la presa potencial del depredador Afrovenator, un megalosáurido de 9m de largo que seguramente atacaría a los juveniles de Jobaria. Spinostropheus era un terópodo abelisáurido de la zona, pero por desgracia tenemos muy poca información sobre él.

En la siguiente edad, el Barremiano, Afrovenator y Spinostropheus persistían, acompañados de una apetecible presa, el iguanodóntido Valdosaurus.
En el Aptiano, los dinosaurios de Níger vivirían su primer “Siglo de Oro”, y además haría su aparición el primer gran cocodrilo nigeriano. En primer lugar tenemos a Baryonix, todo un galán, pues el señor era piscívoro e intimidaba bastante con sus 9m de longitud y sus enormes garras en las manos, y además es el primer espinosáurido de Níger.
Un Baryonyx pesca en el Cretácico inferior de Níger.

Otros grandes depredadores eran Megalosaurus, con sus 8-9m de longitud, un dinosaurio realmente globalizado, y Eocarcharia, el más pequeño de los carcarodontosáuridos con “tan sólo” 8m de largo, otro carnívoro realmente letal que basaba su fuerza en sus mandíbulas. También teníamos a Kryptops, un terópodo abelisáurido de unos 6m de largo, que es además un miembro basal de la familia de los abelisáuridos.

En esta época también nos podíamos encontrar con un extenso grupo de fitófagos que abundaban por la zona, desde los iguanodóntidos Valdosaurus y Lurdusaurus (9m) hasta el saurópodo Nigersaurus (9m) que muestra una espectacular batería de más de 500 dientes propia de hadrosáuridos y ceratopsios. Ouranosaurus (9m) era un ornitópodo espectacular, pues su singular vela recorría todo su lomo y posiblemente le serviría para la termorregulación.

Si bien los depredadores antes nombrados serían capaces de cazar a cualquiera de estos herbívoros, lo grandes reyes de Níger eran el Sarcosuchus, un cocodrilo prehistórico de 14m de largo, y el gran Carcharodontosaurus, ese terópodo carnívoro de 14m de longitud y unas 6-7 toneladas de peso. Ambos serían capaces de abatir a casi cualquier animal terrestre que haya existido jamás en el planeta.
Aunque esta imagen es del Albiano, unos 5 millones de años después, representa perfectamente como un Sarcosuchus imperator ataca a un Suchomimus, mientras un grupo de Ouranosaurus caminan al fondo.
Bien, pues lo dejo aquí, porque aunque la segunda parte de los dinosaurios de Níger va a salir un poco cortita, el colegio está limitando mucho mi tiempo, y tampoco quiero que el post se haga eterno.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Plateosaurus

El Plateosaurus fue uno de los prosaurópodos que vivieron en el triásico, período en el que los dinosaurios comenzarían a gobernar la Tierra gracias a herbívoros como este, que luego daría paso a los grandes saurópodos del jurásico, y a carnívoros como el Coelophysis, que luego daría paso a grandes terópodos como el Ceratosaurus. El Plateosaurus medía 9m de largo por 2 metros de alto, y pesaba cuatro toneladas. Estas proporciones corresponden a un herbívoro de tamaño mediano, pero este es el que luego se convertiría en otros grandes saurópodos como el Diplodocus.
La primera vez que se hallaron restos de este animal fue a principios del siglo XIX en una cantera de Alemania. Allí, hallaron más de un centenar de fósiles de Plateosaurus, con diez cráneos incluidos, lo que permitió conocer a fondo su anatomía desde hace casi 200 años. El hombre que le dio nombre a estos fósiles fue Hermann von Meyer, un científico alemán, que le otorgó su nombre al Plateosaurus en 1837, un poco antes de que se inventara el término “dinosaurio”. Más tarde se encontraron restos de Plateosaurus en Groenlandia, Francia y Suiza.
Al igual que los saurópodos del jurásico, el Plateosaurus disponía de una cabeza pequeña, un largo cuello, una larga cola, y unas fuertes patas para aguantar el peso de su cuerpo, pero este animal disponía de características exclusivas para sobrevivir. Para empezar, podía andar a dos patas, ya que tampoco pesaba tanto y sus patas posteriores eran muy musculosas. Esto le podía servir para alcanzar plantas y vegetación a 4m de altura, pero aun así, se cree que el Plateosaurus prefería andar a cuatro patas que a dos, ya que sus patas delanteras, aunque cortas, eran fuertes y también podían soportar una buena cantidad de peso.

Como la mayoría de los prosaurópodos, pero puede que el Plateosaurus tuviera una “segunda opción en el menú”. Debido a las potentes garras de las que disponía en el pulgar y en el segundo dedo de las patas anteriores, y al su juego de dientes que podían servir tanto como para triturar levemente las plantas como para masticar la carne, algunos científicos han sugerido que este pudo ser uno de los escasos dinosaurios omnívoros que existieron, lo cual le daría al Plateosaurus bastante ventaja a la hora de alimentarse, ya que además de vegetación, podría comer carroña o pequeñas presas.

sábado, 21 de noviembre de 2009

¡¡¡Cocodrilos!!!

La reciente expedición de Paul Sereno al Sáhara trabajando para National Geographic, ha dado, como de costumbre, resultados impresionantes. Durante la expedición, ciertas excavaciones en Níger y Marruecos han proporcionado restos fósiles de cinco cocodrilos mesozoicos, tres de ellos desconocidos hasta ahora.


Los nombres atribuidos a los nuevos cocodrilos los han comparado con animales actuales a partir de ciertas características. En primer lugar, tenemos a nuestro Sarcosuchus imperator, del cual hemos hallado un ejemplar de 12m. Kaprosuchus saharicus (cocodrilo jabalí) es una de las nuevas especies, y se ha bautizado así por sus tres grupos de gigantescos colmillos, y medía 6m, lo mismo que los grandes cocodrilos actuales. Sus fósiles son de Níger.

Araripesuchus rattoides (cocodrilo rata) es otro coco nuevo, cuyo principal rasgo era la presencia de dos grandes incisivos en el extremo de su mandíbula inferior, y su longitud era de un metro. Este en cambio fue descubierto en Marruecos, y la última nueva especie de cocodrilo, encontrada en Níger y Marruecos, es el Laganosuchus thaumastos (cocodrilo ¡tortita!), un cocodrilo con una mandíbulas muy "aplanadas" y unos dientes muy finos. Medía también seis metros y se ha llegado a la conclusión de que era principalmente piscívoro.


También de Níger es el Anatosuchus minor (cocodrilo pato), un cocodrilo de un tamaño muy modesto (un metro) pero con unos rasgos anatómicos impresionantes, como su ancho y sobresaliente hocico, que le debió dotar de un olfato fantástico, siendo así capaz de rastrear peces ranas y pequeños reptiles. Del Araripesuchus wegeneri (cocodrilo perro) hemos desenterrados otros cinco esqueletos de Níger. Su tamaño era similar al de Araripesuchus rattoides, pero su cráneo era bastante distinto.

Los fósiles de estos arcosaurios van acompañados por algunas hipótesis formuladas por Sereno, entre las cuales destacan el hecho de que estos cocodrilios probablemente llevaran las patas bajo el cuerpo, a modo de mamífero y no en los laterales, a modo de reptil. Todos sabemos que los cocodrilos son, y eran reptiles, pero esta hipótesis es fruto de la investigación de Paul Sereno, un tipo con renombre. Otra teoría es que los cocodrilos mesozoicos también podrían haber cazado en tierra firme debido a su mayor caja craneal, que indica mayor inteligencia que los cocodrilos actuales, y por lo tanto su modo de vida no sólo se limitaría a esperar a una presa en el agua.

Si tienes el privilegio de poder ver National Geographic, esta noche, a las 21:00, When the crocs ate dinosaurs, documental en el que se hablará de todos estos bichos.

Daspletosaurus

El Daspletosaurus (Reptil espantoso) fue un monstruoso dinosaurio carnívoro cuyos rasgos lo convertían en un gran depredador, o para algunos en un dinosaurio clásico. Medía hasta 10m de longitud, pesaba alrededor de tres toneladas y vivió durante el período Cretácico tardío, pero 6 ó 7 millones de años antes que el Tyrannosaurus, uno de sus parientes. En efecto, Daspletosaurus pertenece a la familia de los tiranosáuridos, y tiene una historia de descubrimiento bastante ajetreada. Sus primeros restos fósiles fueron hallados en Alberta (Canadá) por Charles M. Stenberg en 1921 y clasificados como restos de Gorgosaurus. Sin embargo, en 1970, el paleontólogo Dale Russell realizó cierto estudio que determinó que los especimenes de Gorgosaurus más ligeros eran en realidad especies de Albertosaurus y los más robustos eran en realidad de un género distinto, el Daspletosaurus.



Aunque el género Daspletosaurus está reconocido, no todos los paleontólogos están a favor, algunos piensan que este es una especie más robusta de Albertosaurus, aunque Grandes Sauri no apoya esta idea. Dejemos de hablar de historia y vayamos al bicho, el cráneo de Daspletosaurus es seguramente su característica más completa ya que este era grande (un metro de largo) y muy fuerte, además de que resultaba un poco más alto y más corto que el de los demás tiranosáuridos y terópodos en general. El cráneo además era ligero, pues estaba dotado de grandes menestras o agujeros en el cráneo donde se insertaban músculos para aligerar peso.


Los dientes de Daspletosaurus eran curvados y muy fuertes, afilados y preparados para desgarrar carne, pero lo interesante es que estos dientes figuran entre los más grandes de todos los dinosaurios, empatando con Tyrannosaurus y llegando a los 20cm de longitud. Si quiere un rasgo más distintivo, el Daspletosaurus disponía de unas protuberancias óseas o pequeñas crestas que asomaban por delante y encima de cada ojo, aunque este rasgo se repite en otros carnívoros como Allosaurus. Es posible que Tyrannosaurus sea descendiente de este dinosaurio.

Otra importante característica es que los brazos de Daspletosaurus eran más grandes de lo normal teniendo en cuenta que se trata de un tiranosáurido, y sus patas posteriores acababan en cuatro dígitos (uno de ellos inútil) muy fuertes que soportaban las tres toneladas que pesaba el animalito. Esta auténtica máquina de matar vivió en un terreno pantanoso o de marjal, y sus posibles presas pudieron ser dinosaurios como Centrosaurus o casi cualquier hadrosaurio, que resultaría ser la presa más sencilla para este titán.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Mi primera estimación de peso

Hoy, gracias a Dinosaurios "un libro de texto", he realizado un experimento en el que calculaba por mí mismo el peso de un dinosaurio, y aunque tuve que repetir dos veces el proceso, a la segunda ya salió de maravilla.

Si quieres calcular tú el peso de un dinosaurio, sólo necesitarás un vaso dosificador de cocina, agua, una calculadora y, como elemento vital, una réplica de plástico de un dinosaurio, contra más precisa, mejor.

Aunque resulte chocante, las estimaciones de peso a partir del volumen de un juguete de dinosaurio son muy fiables, y es de lo mejor que tenemos para hallar este parámetro. Yo personalmente, sólo dispongo de uno de estos individuos, una réplica de Apatosaurus (más que nada porque lo pone en la panza).



Lo primero que hay que hacer es medir su longitud total, pero como el muñeco tiene la cola retorcida y el cuello levantado, hay que usar un metro "deformable", como uno de costura. Una vez hallada la longitud (13'5cm), la comparamos con la longitud del dinosaurio real (22m) para calcular su escala:

22:0'135= 162'96
Escala= 1/163

Ahora echamos mano del vaso dosificador, al que llenamos agua hasta, por ejemplo, 700ml (al ser más ancho, hay que echar más agua). Metemos el dinosaurio dentro y observamos cuántos mililitros ha subido el agua, en mi caso, 6'3.


Esta cifra es el volumen del modelo de plástico, y ahora se tiene que multiplicar por el cubo de la escala del juguete. Es decir:

163·163·163= 4 330 747
4330747·6'3= 27 283 706ml ocuparía el Apatosaurus real, para pasarlo a litros:
27 283 706:1000= 27 283'7

Teniendo en cuenta que un litro de agua pesa lo mismo que un kg, y que el peso promedio de un cocodrilo actual (lo más parecido a un dinosaurio) es de 0'9kg/l, realizamos la siguiente operación:

27 283'7·0'9= 24 555kg, o lo que es lo mismo, 24'5 toneladas.

Para demostrarles el éxito de un experimento tan casero, les diré que el peso que algunos paleontólogos y fuentes estiman para Apatosaurus:
  • Colbert- 31 toneladas
  • Bakker- 25 toneladas
  • El Libro Completo de los Dinosaurios- 25-35 toneladas
  • El Noasaurus- 35 toneladas
  • Grandes Sauri- 24'5 toneladas
  • Larrouse de los Dinosaurios- hasta 35 toneladas
  • Wikipedia- 24 toneladas

Un peso perfectamente creíble.

Y es que no hay nada más emocionante que estimar el peso de un saurópodo...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Otro alvarezsáurido, esta vez de Canadá

Una familia de terópodos muy pequeña basada en el Alvarezsaurus no para de crecer, y es que en menos de un mes se han publicado dso descripciones de nevos alvarezsáuridos, primero el Kol ghuva, de Mongolia, y ahora este, el Albertonykus borealis, de Canadá.

Los fósiles hallados consisten en restos de las extremidades de al menos dos individuos del Cretácico superior, Albertonykus estaba muy emparentado con un clade de alvarezsáuridos asiáticos. La teoría de que los alvarezsáuridos se originaron en Sudamérica y se extendieron a Asia pasando por Norteamérica queda prácticamente comprobada con este descubrimiento.

Las características anatómicas de Albertonykus muestran similitudes con otros alvarezsáuridos, sobre todo si nos fijamos en una extremidaes anteriores adaptadas para cavar, pero seguramente sin llegar a la profundida de una madriguera. Tal vez las usaran para alimentar de insectos asaltando sus nidos (hormigueros, etc...). El problema está en que los hormigueros eran algo escaso en el Cretácio superior, así que tal vez este animal introdujera sus brazos en ciertas perforanciones de árboles en las que podían habitar otros insectos como termitas.

Sin duda, la noticia más interesante recogida en el blog para mi gusto.

Mar Cruel

Última entrega de Caminando entre dinosaurios, en la que conoceremos la vida de las criaturas marinas del Jurásico superior, además de un posible estilo de vida del terópodo Eustreptospondylus, cuya función principal según la BBC sería el carroñeo.

Sólo me queda decir que un reciente descubrimiento (predador X) podría destronar al Liopleurodon como mayor animal carnívoro de la historia de la Tierra, y que el Ichthyosaurus aparece aquí muy bien representado.











Fin de los documentales de Caminando entre dinosaurios, pero tranquilos, aún quedan un par de especiales muy interesantes por ver.

Lambeosaurus

El Lambeosaurus fue un ornitópodo del período cretácico tardío cuya característica más vistosa es la cresta de la que disponía sobre la cabeza. Medía 15m de largo por cuatro metros de alto, pesaba 7 toneladas y sus fósiles han sido hallados en tres puntos distintos, México, EEUU y Canadá, los tres países de América del Norte, dato que nos sugiere que el Lambeosaurus debió extenderse en su época por todo el continente. Su cresta tenía forma de hacha, crecía hacia arriba y era plana, lo que asemeja bastante a este herbívoro al Corythosaurus, que disponía de una cresta parecida. De todas formas, estos dos ornitópodos tienen muchas diferencias, empezando porque el Lambeosaurus tenía una punta ósea que le salía hacia atrás desde la punta posterior de su alargado cráneo, y tal vez estos dos dinosaurios tuviesen colores o hicieran sonidos distintos.
El Lambeosaurus, al igual que todos los dinosaurios, utilizaba su cola para mantener el equilibrio, y en cuanto a su forma de andar, podía elegir andar con las cuatro patas, o sólo con las dos posteriores. Debido a que las patas anteriores eran relativamente débiles, cuando el Lambeosaurus quisiera correr utilizaría tan sólo las patas posteriores, mucho más fuertes y musculosas, y andaría a cuatro patas cuando quisiera descansar. También se podía poner a dos patas para alcanza vegetación a 4 ó 5 metros de altura.
Gracias al alto número de esqueletos de Lambeosaurus encontrados, los científicos han podido distinguir como iban evolucionando estos seres a medida que crecían. Por lo visto, mientras eran crías, estos animales carecían de cresta, y conforme crecían la iban teniendo cada vez más grande y más elaborada. Las crías también tenían diferencia con los adultos en la mandíbula, ya que de pequeños, tenían un pico corto y redondo, y conforme crecían se les iba estrechando y alargando. También es posible que hubiera diferencias de tamaño y color entre las crestas de los machos y las de las hembras, pero esta teoría es más difícil de demostrar.
Pero el Lambeosaurus no sólo estaba trabajado por fuera, en el interior de su mandíbula disponía de dientes, evidentemente, pero estos estaban colocados de una forma especial. En lugar de disponer de hileras de dientes, disponía de baterías, agrupaciones de dientes formadas cada una por muchísimos dientes, y que entre todas las baterías de la mandíbula sumaban hasta 700 dientes, lo cual permitía al Lambeosaurus ser uno de los pocos dinosaurios herbívoros que trituraban la comida antes de tragarla.

martes, 17 de noviembre de 2009

Un antiguo saurópodo/estegosaurio

En el 2006 fue descubierto en Níger por paleontólogos españoles en una expedición promovida por el Museo Paleontológico de Elche un esqueleto de lo que parecía parecer un saurópodo, y poco después, en ese mismo año, un grupo alemán promovido por el State Museum of Natural History Braunschweig halló otro esqueleto de lo que parecía ser el mismo dinosaurio.

Definitivamente, tras un largo proceso de investigación, en la fecha del 16/9/09 ha sido publicada la descripción de un nuevo dinosaurio, el Spinophorosaurus nigerensis, un saurópodo que ahora es conocido por dos esqueletos bastante completos y en muy buen estado que nos aportan la información de que este es el primer saurópodo conocido que vivió en esta zona de África datando sus restos de hace 170 millones de años, en el período Jurásico medio.
Spinophorosaurus era un saurópodo relativamente pequeño que llegaba a los 13m de longitud, y cuya principal característica consistía en cuatro espinas óseas similares en disposición a las de muchos estegosaurios de las que disponía en la cola, con las que este saurópodo se convertiría en una presa muy peligrosa. Sin duda, está conversión entre saurópodos y estegosaurios no es la primera vez que se da, y prueba de ello es el Miragaia longicollum, un estegosaurio con un cuello excesivamente largo cual Diplodocus.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Cómo identificar fósiles de dinosaurios

A continuación, el fósil a identificar…



Este cráneo lo hemos sacado del Cretácico superior de Mongolia, y mide unos 25cm de largo.

Manos a la obra. Comencemos observando que es un terópodo carnívoro, por supuesto, pero como hay tantos terópodos vamos a ir descartando grupos. Lo primero decir que no es ni Eoraptor ni un herrerasáurido, porque éstos no llegaron ni al Jurásico. Tampoco puede pertenecer al único grupo de ceratosaurios que no presentaba importantes protuberancias en la parte superior del cráneo, los celofísidos, ya que éstos no llegaron al Cretácico. El resto de ceratosaurios quedan descartados automáticamente al tener las protuberancias ya nombradas.

Dentro de los tetanuros, decir que un alosauriomorfo o un espinosáurido tenía un cráneo de 25cm es casi un insulto, pues los dinosaurios de estos grupos sobrepasan siempre los 5 o 6 metros de longitud total. Pues nuestro cráneo claramente pertenece a un celurosaurio. Evidentemente no es de un tiranosáurido, pues no es ni mocho menos un cráneo masivo, por no hablar de la carencia de una menestra adicional cerca de las narinas.

Los ornitomimosaurios no tenían dientes, descartados. Los therizinosáuridos tenían en todo caso dientes de herbívoro (nada curvos y en forma de hoja), descartados. El Ornitholestes vivió en el Jurásico, descartado. Ahora nos quedan los alvarezsáuridos, los compsognátidos y los maniraptores. Los compsognátidos no pasaron del Jurásico inferior, pero tanto los alvarezsáuridos como ciertos maniraptores si encajan en las rocas en las que hemos hallado este cráneo.

Claro que si nos fijamos en los dientes de un alvarezsáurido, y en los de nuestro cráneo, veremos que no tienen nada en común, ya que los dientes del cráneo en cuestión son mucho más grandes y curvados.
Dentro de Maniraptora, ya tan sólo hay tres grupos, dromeosáuridos, oviraptorosaurios y troodóntidos. Observando las fenestras podemos descartar a los troodóntidos, ya que éstos carecían de la clara fenestra mandibular (imagen inferior) que se puede observar en este fósil.




Eso sí, descarta a los oviraptorosaurios es mucho más fácil, ya que estos no tenían dientes en sus mandíbulas.
Por lo tanto nuestro cráneo pertenece a un dromeosáurido, ¿qué dromeosáuridos vivieron en el Cretácico superior de Mongolia?



  • Achillobator (5-6m)

  • Adasaurus (2m)

  • Luanchuanraptor (1’5m)

  • Mahakala (0’7m)

  • Tsaagan (1’2m)

  • Velociraptor (1’8m)


Mejor vamos a calcular la longitud total de su propietario comparándolo con un dromeosáurido relativamente típico, el Deinonychus, cuya longitud total era de 3m y la de su cráneo de unos 40cm, realizamos una sencilla regla de tres y…

0’40-3
0’25-x
x = 3*0’25/40= 1’87m

El que tiene el tamaño más cercano es Velociraptor, porque él es el propietario de este hermoso cráneo del desierto de Gobi. Espero que esta entrada les haya dejado tan satisfechos como el resto de las de esta sección. A mí al menos sí.

Argentinosaurus

El Argentinosaurus (lagarto de Argentina) fue posiblemente el dinosaurio más pesado que haya existido nunca, con unas 70 toneladas de peso. Medía 40m de largo, y es posible que llegara a los 15m de altura. Este gigantesco saurópodo vivió en lo que hoy es Argentina durante el período Cretácico, conviviendo con otros dinosaurios enormes como el Giganotosaurus, su único depredador natural. A pesar de que este dinosaurio suele ser bastante conocido por su aparición en documentales como Caminando entre dinosaurios, de la BBC, tan sólo se han hallado como restos de este animal un fémur, una tibia, algunas vértebras y costillas, y algún otro hueso suelto.
A pesar de que no se ha encontrado ningún cráneo del Argentinosaurus, podemos suponer que este sería pequeño y triangular, con dientes especiales para arrancar las hojas de los árboles. Debió de ser un animal poco inteligente y lento, como los demás saurópodos, y es muy posible que librara combates con el Giganotosaurus, tal y como lo representan los de la BBC.
Hoy día está muy discutido cual fue el dinosaurio más pesado de la historia, ya que hay varias especies de las que apenas se conocen datos y su peso puede llegar a estimarse en 200 toneladas, como en el caso del Bruhathkayosaurus o del Amphicoelias.
Se cree que el Argentinosaurus viajaba en manadas desde los lagos a los bosque para poner sus huevos allí y desde los bosques a los lagos para beber agua, al igual que lo debieron hacer la mayoría de los saurópodos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Dinosaurios de España (II)

Segunda parte de los dinosaurios de España, la cual comenzamos con el Aptiano, en el Cretácico inferior, hace 120 millones de años.

Ya aquí ha disminuido la fauna, pero la calidad de nuestros dinosaurios sigue siendo excepcional, pues aún contamos con Iguanodon y Mantellisaurus (ese ornitópodo de 7m), y con el gran Megalosaurus (9m) como cazador masivo. Otro gran cazador esta vez era el Baryonyx, pero éste era piscívoro, aunque tal vez cazara dinosaurios de vez en cuando o se dedicara al carroñeo. El tamaño de este espinosáurido le habría permitido llevar a cabo todas estad actividades, pues el bicho medía 9m.
Un Baryonyx atrapa un pez en el Aptiano español.
Ahora me veo obligado a saltar algunas edades y pasar directamente al Campaniano, hace unos 75 millones de años. Tras 40 millones de años con escasez de fósiles, el Campaniano en España nos brinda una especie de resurrección de los dinosaurios españoles, que volvieron con formas totalmente nuevas, eso sí, todas herbívoras.

Comenzamos con la llegada de un titanosaurio clásico, el Titanosaurus (de 12m), cuyo compañero de grupo era el mucho mayor Lirainosaurus (de 25m). Telmatosaurus era el representante de los ornitópodos, y con sus cinco metros de longitud, era bastante pequeño para ser un hadrosaurio. Otro ornitópodo menos común era el iguanodóntido Rhabdodon, también de pequeño porte (4-5m).

En el Maastrichtiano los dinosaurios españoles alcanzarían su “segundo cenit”, en el que persistían todos los dinosaurios del Campaniano, a excepción del Rhabdodon, pero también había una gran variedad de dinosaurios nuevos, empezando por el recién descubierto Arenysaurus ardevoli, un ornitópodo lambeosaurino muy pequeño (5m) para lo que solí ser su grupo. Pararhabdodon era otro hadrosaurio un poco más grande (6m), y Koutalisaurus era un miembro más de esta misma familia.

Ahora, para cerrar esta sección de dinosaurios españoles, les expongo al Hypselosaurus, un saurópodo titanosaurio de unos 10m de longitud, que tenía una característica muy especial. A pesar de la existencia de saurópodos mucho más grandes a lo largo del Mesozoico, el Hypselosaurus era uno de los que ponía los huevos más grandes de todos, ya que estos medían unos 30cm de diámetro.
Hypselosaurus, un dinosaurio del Cretácico superior español.
Desde el Jurásico hasta el final del Cretácico, España posee una paleofauna envidiable, como oí decir una vez a un argentino, aunque claro, más envidiable es la paleofauna argentina. También es verdad que España posee un espectacular registro de huellas de dinosaurios, fundamentales para calcular la velocidad de éstos, pero tranquilos, que dentro de nada empezaré a hablarles de huellas.

Carnotaurus

Durante el período jurásico, la tierra del planeta estaba dividida en dos grandes continentes, en cada cual evolucionaban dinosaurios distintos. A finales del jurásico, Sudamérica se separó del resto del mundo y en ella se desarrollaron curiosos dinosaurios como el depredador Carnotaurus, cuyo nombre significa toro carnívoro. El Carnotaurus medía 7 u 8 metros de largo y sobre 3m de alto, pesaba una tonelada y vivió durante el período cretácico. Sus fósiles han sido encontrados en Argentina.

Algunas de las características del Carnotaurus es por supuesto que tenía los brazos muy cortos, unos dientes curvados, afilados, y preparados para desgarrar, y una larga cola para mantener el equilibrio. También tenía algunas características propias como los dos cuernos que tenía en la parte superior del cráneo, que le salían hacia arriba y hacia fuera. Se cree que estos cuernos, al igual que los de los toros actuales, tenían una vaina córnea y en cuanto a su función, la teoría más lógica es que fueran de exhibición.
El Carnotaurus estaba perfectamente diseñado para cazar, ya que aunque su mandíbula era muy estrecha, se hacía mucho más ancha sobre la zona de los cuernos. Además los ojos estaban ligeramente orientados hacia delante, lo que le proporcionaba una visión binocular (como la nuestra), mucho más precisa que la de otros grandes depredadores, y así podía ver y cazar a sus presas con mucha más facilidad.

En cuanto a la dieta del Carnotaurus, no se componía de grandes herbívoros iguales o mayores que él, como es el caso de muchos terópodos, sino que debido a que su mandíbula no tenía unos músculos lo suficientemente potentes, comía animales de un tamaño más pequeño, que, aunque corrían más que los grandes herbívoros, no era problema para el Carnotaurus gracias a su gran velocidad en relación a su tamaño y a su visión binocular.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Otro dinosaurio chino

¡Y es que los chinos no paran! ¡No sólo se van a convertir en la mayor potencia económica y militar del planeta, sino también paleontológica!

El nuevo dinosaurio chino es un saurópodo braquiosáurido del Cretácico inferior de Gansu (China), que ha sido bautizado como Qiaowanlong kangxii. Este nuevo brachiosáurido es el más completo hasta ahora encontrado en el continente asiático, y representa la abundancia y diversidad de brachiosáuridos en el globo durante el Cretácico inferior. Los restos hallados son ocho vértebras cervicales (del cuello), un fragmento de la pelvis, que incluye el isquión, y algunos huesos no identificados.

Una serie de características del Qiaowanlong lo emparentan muy fuertemente con el braquiosáurido norteamericano Sauroposeidon, pero nuestro saurópodo chino también tenía ciertas características propias, entre las que destacaba un isquión muy corto.

Otro dinosaurio descubierto recientemente es el Kol ghuva, un alvarezsáurido del Cretácico mongol que representa el alvarezsáurido más grande conocido hoy día, aunque desgraciadamente no he logrado conseguir su longitud. Únicamente hemos encontrado un pie completo.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Deltatheridium

Todos sabemos que los animales predominantes en el Mesozoico fueron los dinosaurios, pero también es verdad que a la vez que estos es cuando aparecimos nosotros, los mamíferos, claro que nuestras especies medían menos de un metro de longitud, y no lograron prosperar hasta la extinción de los dinosaurios. Ahora vamos a tratar un género de mamífero mesozoico.


El Deltatheridium (bestia triángulo) fue uno de estos mamíferos mesozoicos, cuyo estilo de vida no le pondría fácil prosperar como especie entre tantos dinosaurios gigantes. Medía unos 15cm de largo, podía pesar unos 80 gramos y vivió durante el Cretácico superior, en lo que hoy es Mongolia. El aspecto de Deltatheridium era el de un mamífero típico, con un cuerpo ligero y alargado cubierto de pelo, y un cráneo también alargado finalizado en un enorme hocico, con lo que seguramente tendría un gran sentido del olfato (como casi todos los mamíferos).

Sus mandíbulas eran muy complejas, ya que en ellas nuestro pariente gozaba de unos incisivos en primer lugar, seguidos de grandes colmillos para apuñalar, y por último unos molares de forma triangular, de ahí su nombre. El engranaje de los dientes de Deltatheridium suponía una mandíbula casi perfecta para el estilo de vida del animal.

La dieta de este mamífero debió consistir sobre todo en insectos, incluyendo también alguna lagartija o incluso puede que carroña, ya que sus fuertes mandíbulas parecían estar preparadas para comer algo más que invertebrados y lagartos. El problema de este animalillo es que figuraría en los menús de numerosos terópodos de pequeño tamaño, empezando por el conocido Velociraptor.

Y es que Grandes Sauri no sólo acoge dinosaurios...

Nuevo sauropodomorfo en Sudáfrica

Un nuevo dinosaurio sauropodomorpho (sin clasificar en ningún grupo más concreto) ha sido descubierto en una formación del Jurásico temprano de Sudáfrica.
El género está basado en los esqueletos bastante completos (incluyendo huesos craneales) de dos individuos, que gracias a la calidad de los restos han sido muy bien analizados.

El dinosaurio ha sido clasdificado especialmente por las mandíbulas y algunos huesos poscraneales, y se le ha situado en plena evolución entre sauropodomorfos basales y saurópodos. Este animalillo de 7m de longitud, bautizado Aardonix celestae, está más emparentado con los saurópodos que con los prosaurópodos (sauropodomorfos basales), pero presenta la espectacular sorpresa de que es un bípedo obligado, pues sus miembros anteriores eran realmente pequeños comparados con los posteriores.

¿Qué tiene esto de chocante? Más que nada que la teoría de que los saurópodomorfos basales habían ido adquiriendo características de saurópodo a partir del cuadrupedalismo queda obsoleta.

Cómo identificar fósiles de dinosaurios

Vamos a por otra edición de estos populares post, en la que comenzaremos a sumergirnos en el mundo de los ornitisquios.

Para evitar las complicaciones que me supuso el describir un bicho sin cráneo, volvamos al modelo inicial.
Bien, hemos encontrado este cráneo en unas rocas del Cretácico superior de EEUU, un periodo realmente concurrido. El fósil mide 1’7m, desde la punta del hocico hasta el cuerno de la gorguera más lejano.

A primera vista, identificamos que se trata de un “dinosaurio cornudo” o ceratopsio, solo hay que mirar un poquito el cráneo (de hecho, es fácil identificar el género directamente).

En primer lugar descartamos que sea un psittacosáurido, ya que estos no tenían ni gorguera, y por lo tanto lo situamos dentro de los neoceratopsios. Una vez que hemos llegado hasta aquí, tenemos una inmensa variedad de neoceratopsios que no tienen cuernos, por lo que los podemos descartar directamente y pasar directamente a los ceratópsidos, que sí tenían cuernos.

Ahora, encontramos dos grandes grupos de dinosaurios, los ceratopsinos y los centrosaurinos. Es muy posible que usted, mi estimado lector, sepa de qué dinosaurio se trata desde que vio la foto, pero es mucho menos posible que sepa las diferencias entre estos grupos, las cuales serían imprescindibles si el fósil de la foto fuera menos conocido, así que atentos a esto.

Pertenece a un centrosaurino porque tiene un solo cuerno nasal, y ninguno más. Los ceratópsidos que tienen el cuerno nasal mayor que los otros dos (que en este caso ni hay) son centrosaurinos, pero cuando los otros dos cuernos son mayores que el nasal, es un ceratopsino. Eso sí, cuando un ceratópsido tiene una marcada perturbación ósea sobre la nariz, como en el caso de Achelousaurus, también es un centrosaurino. Otra diferencia es que los ceratopsinos tienen la gorguera más alta, pero esto es algo un poco subjetivo.

Ahora decimos, ¿qué ceratópsidos centrosaurinos vivieron en el Cretácico superior de Norteamérica? La respuesta es TODOS, por lo que aún nos queda por investigar. No nos serviría de mucho calcular su longitud, pues la de los centrosaurinos siempre suele ser muy parecida (5-6m). Lo mejor que podemos hacer ahora es analizar su gorguera.

Lo primero, observamos que no tiene una protuberancia ósea cerca de las narinas, sino un enorme cuerno, pero ya no tiene más, tan sólo tiene cuernos en los bordes, de la gorguera, pero estos son muy grandes, y ahí está la clave. El único ceratopsio en general que tenía unos cuernos semejantes en el borde de la gorguera era el Styracosaurus, propietario de este cráneo.

Como habrán podido observar, la clasificación de los ceratopsios es relativamente sencilla, siempre y cuando tengamos un cráneo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Apatosaurus

El Apatosaurus fue un colosal saurópodo que era un pariente muy cercano del Diplodocus, pero un poco más pequeño. Medía 23m de largo por casi 6m de alto, pesaba 25toneladas y al igual que el Diplodocus, vivió durante el período jurásico tardío. También al igual que el Diplodocus, sus restos han sido hallados en Norteamérica. La anatomía del Apatosaurus consistía en unas patas anteriores cortas, un largo y robusto cuerpo terminado en una cola parecida a un látigo, y una diminuta cabeza al final de su largo cuello. El Apatosaurus ha sido objeto de varias meteduras de pata bastante gordas al estudiarlo (de ahí su oportuno nombre, lagarto engañoso).
El primero de estos errores consistió en su nombre. En 1877 se descubrieron varios fósiles de un nuevo saurópodo, al que llamaron Apatosaurus, y más tarde, se encontraron nuevos fósiles que pertenecían a un saurópodo. Estos fósiles se creía que pertenecían a otra especie nueva, el Brontosaurus. Luego se supo que los fósiles más recientes eran de otro Apatosaurus, y debido a que este último nombre se le había puesto antes, se ha dejado como su nombre oficial.
El segundo error fue más escandaloso. Los cráneos de los saurópodos raramente se encuentran junto al cuerpo, lo que se debe a que estas estructuras eran ligeras y seguramente serían arrastradas por algún fenómeno natural. En una excavación, se encontraron muy cerca un esqueleto de Camarasaurus y otro de Apatosaurus, y en medio un cráneo que podía pertenecer a cualquiera de los dos, y al final se le atribuyó al Apatosaurus, pero los científicos se equivocaban. Museos de todo el mundo enseñaban a los visitantes un esqueleto de Apatosaurus con la maqueta de un cráneo de Camarasaurus. Cuando los científicos encontraron más fósiles de Camarasaurus con sus cráneos, se dieron cuenta y dejaron a los esqueletos de Apatosaurus sin cabeza. Ahora en los museos aparecían esqueletos de Apatosaurus a los que les faltaba la cabeza. Gracias a Dios, pronto se encontraron verdaderos cráneos de Apatosaurus y las reproducciones de los museos volvieron a tener cabeza.


Seguro que usted se ha preguntado alguna vez si los saurópodos realmente se podían poner a dos patas o es un simple cuento de los muchos de Jurassic Park. Pues bien, este dinosaurio en concreto sí, se podía poner a dos patas. Esto se debe a que el Apatosaurus gozaba de unas espinas en forma de horquilla que estaban conectadas a los ligamentos de la espina dorsal, que unían la cola y el cuello. Gracias a estas espinas, el Apatosaurus era capaz de “tirar” de sus ligamentos hacia atrás, y una vez arriba, mantenía su peso con un tercer apoyo, la cola. Esta característica le habría servido para elegir los brotes más tiernos de entre las altas coníferas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dinosaurios de España (I)

Como me parece un pecado eso de que cierta persona no conozca casi ningún dinosaurio español, me dispongo a iniciar la primera parte de los dinosaurios de España.

España goza sin duda de una gran riqueza Mesozoica, especialmente en dinosaurios y aves, por lo que también trataré algunos “pajaritos” como el famoso (dentro de lo que cabe) Iberomesornis.

Desgraciadamente la paleofauna española es casi nula hasta el Titoniano (Jurásico superior), así que empezaré por ahí. Estamos en el Jurásico superior, hace unos 145 millones de años. En esta edad los dinosaurios que poblaban España era los saurópodos turiasaurios, unos gigantescos saurópodos que figuran como los más grandes de Europa y de los mayores del mundo. El turiasaurio por excelencia es, por supuesto, el Turiasaurus, uno de los saurópodos más grandes del mundo.

El tamaño de Turiasaurus se estima en 35-37m de longitud y hasta 50 toneladas de peso. Sin duda el Turiasaurus era el saurópodo más grande de Europa, pero en España estaba acompañado de otros dos. Uno de ellos era el Galveosaurus, un gran saurópodo de 16m de longitud, pero no tan grande comparado con el Losillasaurus, que tenía una longitud similar a la del clásico Diplodocus americano (27m).

Turiasaurus, del Titoniano español, posiblemente el animal terrestre más grande de la historia.
Durante el Berriasiano, ya en el Cretácico inferior, la paleofauna española sigue ausente de dinosaurios carnívoros, pero si bien seguían viviendo aquí los tres saurópodos anteriores, también teníamos al Iguanodon, que ya entonces se extendía por toda Europa. El Iguanodon, por si alguien no lo sabe, era un ornitópodo herbívoro de hasta 10m de longitud, y su éxito evolutivo le hizo permanecer durante más de 40 millones de años en casi todos los continentes.
Ya a principios del Cretácico se empezaban a asentar las primeras aves en España, prueba de ello es el Noguerornis, un ave que también aguantó sus 20 millones de años hasta su extinción tras el Barremiano.

Y ahora, ya que el Valanginiano y el Haunteriviano son períodos de escasos dinosaurios españoles, pasamos directamente al Barremiano, la Edad de Oro de los dinosaurios en España. Estamos en lo que hoy es la costa Cantábrica, hace 126 millones de años. Estamos en el período de apogeo de las aves españolas, que además de Noguerornis, cuentan con especies más evolucionadas como el famoso Iberomesornis y los menos conocidos Eoalulavis y Concornis, todos ellos de muy pequeño tamaño. El vuelo de estas pequeñas aves debió de consistir en un revoloteo “acrobático” que no les permitiría llegar muy alto.

En cuanto a saurópodos, España decayó un poco, pero todavía nos podíamos defender pues continuábamos con nuestro Losillasaurus (27m), acompañado del Aragosaurus, un camarasáurido típico de 18m de longitud.
El pequeño Hypsilophodon (1’8m de largo) era un ornitópodo bípedo de gran éxito evolutivo, ya que dio lugar a toda una familia de pequeños dinosaurios cuyo sistema de masticación les permitió aguantar hasta la extinción masiva hace 65 millones de años. Para cerrar el grupo de herbívoros me queda Mantellisaurus, un iguanodóntido que pudo alcanzar los 7m de longitud siendo muy ligero, ya que su peso no llegaba a la tonelada (todo un récord para un herbívoro tan grande).

Impresionante representación de Las Hoyas en el Barremiano español, obra del paleoilustrador mexicano Karkemish. En la imagen se pueden apreciar un Pelecanimimus en primer plano, un grupo de Iguanodones al fondo y un Iberomesornis sobre el agua.


Ya en España teníamos hasta ornitomimosaurios, o dinosaurios avestruz, como el Pelecanimimus, un pequeño dinosaurio de 2m de longitud, con una espectacular velocidad y una dudosa dieta, que se suele representar con omnívora o directamente carnívora (aunque el pobre animalito no tenía dientes).

Y al fin, al fin tenemos en España un terópodo en plan masivo, que es ni más ni menos que el Megalosaurus, ese pedazo de bicho de hasta 9m de longitud, cuyo potente cráneo ayudado de unos “decentes” brazos lo convertiría en toda una máquina de matar capaz de incluir en su menú a todos los herbívoros nombrados anteriormente excepto Losillasaurus y seguramente Aragosaurus.
Fin de esta primera parte de los dinosaurios españoles. En la segunda ya llegaremos hasta el Maastrichtiano (final del Mesozoico), y daremos por finalizados los dinosaurios de este país.

martes, 10 de noviembre de 2009

Triceratops

El Triceratops (Cara de tres cuernos) fue el dinosaurio cornudo más grande de la historia. Pesaba unas 6 toneladas y medía 9m de largo por unos 5m de alto (contando los cuernos), y vivió al final del período cretácico. Nunca se ha desenterrado un esqueleto completo de Triceratops, pero en EEUU y Canadá se han descubierto muchos huesos, cráneos y cuernos sueltos, lo que quiere decir que era un dinosaurio bastante abundante. Además, es uno de los géneros de dinosaurio que cuenta con más especies, ya que la colocación de los cuernos en la gorguera varía mucho de un cráneo a otro.
El cráneo de este gran herbívoro es uno de los más grandes e imponentes de los que han existido durante la historia de la Tierra. Tenía dos grandes cuernos sobre los ojos, que crecían hacia arriba, y un tercer cuerno sobre la nariz, bastante más pequeño. Es muy posible que usara sus grandes cuernos para combatir, ya que con ellos pudo hacer grandes heridas a cualquier otro dinosaurio. Además tenía un escudo óseo que le podría haber servido para proteger su cuello de algunos grandes carnívoros como el Tyrannosaurus, aunque tampoco le abría servido de mucho ya que se han encontrado escudos de Triceratops atravesados por completo por dientes de Tyrannosaurus. Otras posibles teorías sobre la función del escudo son que tenía que ver con la lucha por el apareamiento, o que servía como señal para marcar el territorio o el orden jerárquico de la especie.
En cuanto a su mandíbula, tenía un pico parecido al de un loro en su estructura, pero evidentemente, muchísimo más grande. Además, estaba dotada de una gran cantidad de dientes muy afilados en la zona posterior que le servían para triturar las hojas en cachitos diminutos.

El Triceratops tenía un cuerpo con la forma de un barril, muy compacto, y con unas extremidades muy musculosas y potentes para poder soportar el peso de su gran cráneo y poder correr a una buena velocidad.
Todo esto indica que el Triceratops podría haber vivido como los rinocerontes actuales, comiendo plantas la mayor parte del tiempo y usando sus cuernos y su potente cuerpo para defenderse de los depredadores.

Muerte de una dinastía

Capítulo 6 de Caminando entre dinosaurios, que trata el Cretacico superior norteamericano. Lo único que tengo que decir sobre los vídeos es que el Tyrannosaurus no era el terópodo más grande ni el Triceratops una común presa suya.







Ya sólo queda un capítulo de esta fantásica serie así que, ¡disfrútenla!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Chirostenotes

El Chirostenotes (Manos esbeltas) es un auténtico enigma para la paleontología, ya que desde que se hallaron sus primeros restos hasta hoy, siempre hemos tenido dificultades a la hora de identificarlo. Medía hasta 2m de largo, pesaba 35kg y vivió durante el período Cretácico superior. Sus primeros restos fueron hallados en Alberta (Canadá) y bautizados por un paleontólogo estadounidense en 1924, a partir de algunos huesos de las extremidades anteriores, las cuales presentaban tres dígitos muy finos y alargados provistos de finas garras. Durante muchos años Chirostenotes fue colocado con los dromeosáuridos y olvidado por la escasez de restos.
Ocho años después, en 1932, Charles Stenberg, renombrado paleontólogo americano, encontró ciertos restos a los que bautizó como Macrophalangia, aunque más tarde fueron reclasificados como Chirostenotes, y también en esos años se estudiaron más restos de Chirostenotes que se habían desenterrado 60 años antes pero que llevaban desde entonces en el laboratorio, esperando a que alguien los describiera. Estos restos incluían partes del cráneo, de la columna vertebral y de la cadera de Chirostenotes.

Tras estudiar todos estos restos, hemos llegado a la conclusión de que Chirostenotes era similar a Oviraptor, con un pico de loro, unos miembros anteriores muy largos y finos y una posible cresta sobre la cabeza. Aún así, seguimos a la espera de encontrar más restos de Chirostenotes para resolver su enigma. Olvidé mencionar que si Chirostenotes era un oviraptórido nos sumergiría de nuevo en las discusiones sobre si era herbívoro, carnívoro u omnívoro, si tenía plumas, si comía huevos...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Cómo identificar fósiles de dinosaurios

Segunda entrega de esta clase de paleontología virtual, en la que aprenderemos un par de cosas sobre saurópodos.


Imagínense que hemos encontrado esta vértebra acompañada de:

  • Un fémur de 1'55de altura
  • Un húmero de 1'6de altura

Todos estos restos en Tanzania, en unas rocas del Jurásico superior. Ya sé que con todo esto ya es muy fácil deducir a quién pertenecen los restos, pero vayamos poco a poco. Por el tamaño del fémur con respecto al húmero, está claro que hablamos de un saurópodo, pues ningún dinosaurio que no sea ciertos saurópodos tiene un húmero mayor que el fémur.

En primer lugar, aprovechemos la vértebra, que nos está diciendo que la neurapófisis no está dividida, lo que quiere decir que no se trata ni de un diplodócido, ni de un camarasáurido. Los grupos que barajamos entonces son:

  • brachiosáuridos
  • cetiosáuridos
  • titanosáuridos

Para sacar el gripo ya hay que tirar de los huesos adicionales, y lo mejor que podemos hacer con ellos es sacar la proporción húmero/fémur:

1'6/1'55= 1'03

Dividiendo el húmero entre el fémur observamos que la proporción resultante es mayor que 1, por lo que indiscutiblemente se trata de un brachiosáurido, ya que estos eran ls únicos saurópodos que tenían una proporción húmero/fémur mayor de 1.

Ahora, antes de intentar identificar a nuestro saurópodo, podemos intentar calcular su longitud. ¿Por qué no su peso? La respuesta es que los pesos de los dinosaurios varían más que sus longitudes, ya que uno siempre puede ser más robusto que otro, o simplemente ser más pesado por llevar una coraza ósea, como en el caso de los titanosaurios. Un brachiosáurido modelo, el Brachiosaurus altithorax, tenía un fémur de 2'03m y una longitud de 26m, haciendo la regla de tres...

2'03-26

1'55-x

x= 1'55·26/2'03= 19'8m

Ahora buscamos un saurópodo brachiosáurido del Jurásico superior de Tanzania y encontramos únicamente al Brachiosaurus, pero aquí hay que precisar. Básicamente las dos especies de Brachiosaurus son B. fraasi y B. brancai o Giraffatitan brancai. Nuestra especie es Giraffatitan brancai, pues el tamaño científico del bicho (18m) y el que nosotros hemos calculado (19'8m) encajan bastante bien teniendo en cuenta lo inaproximado que es esto de los tamaños de saurópodos.

Como habrán podido comprobar, la clasificación de un fósil sin cráneo es muy complicada, y por ello he tenido que ayudarme con los huesos adicionales, pero en cualquier caso, el nivel de este post ha sido muy bajo, ya que la clasificación de los saurópodos es la más difícil que puedan imaginar.