sábado, 31 de octubre de 2009

La paleontología no tiene frenos

Descubrimientos y estudios paleontológicos de diferentes dinosaurios aportan información día a día que a veces ni siquiera da tiempo de exponer antes de que se descubra otro dinosaurio nuevo o se vuelva a analizar algún fósil, y es que la paleontología no tiene frenos...

Comencemos con el Tatankacephalus cooneyrum, un nuevo dinosaurio descubierto en Montana (EEUU) que ha resultado ser un anquilosáurido. Los restos hallados del dinosaurio, un cráneo y algunos huesos poscraneales han sido hallados en la misma formación que otro "famoso" anquilosaurio, el Sauropelta, les hablo de la Cloverly Formation, una formación del Cretácico inferior.

Pasemos a lo siguiente, un estudio llevado a cabo por dos paleontólogos americanos podría empequeñecer aún más al grupo de los pachycephalosáuridos, eliminando a dos de sus miembros. El trabajo ha sido realizado por Jack Horner y Mark Goodwin, y en él han realizado un profundo análisis del cráneo de Pachycephalosaurus (imagen inferior). La bóveda de este está formada por una estructura de hueso metaplásico con una alta variedad de fibras y tejidos celulares.

Después de pasar por el mismo proceso cráneos de Stygimoloch y Dracorex, otros dos pachycephalosáuridos, se ha llegado a la conclusión de que estos son juveniles de Pachycephalosaurus, ya que tienen la bóveda, la ornamenta y los cuernos formados de la misma forma, y la diferencia de ornamenta y cornamenta entre los tres géneros se debería a la evolución del cráneo de este animal durante sus distintas etapas de crecimiento. Al ser Pachycephalosaurus el primer género en ser nombrado de entre estos tres, los nombres que pueden quedar obsoletos en los próximos días son Stygimoloch y Dracorex.

Por último, otra importante noticia, que también representa un dinosaurio nuevo. Es el Albalophosaurus yamaguchiorum, un ceratópsido basal que es el tercer género de dinosaurio hallado en "el país del Sol naciente", cuya paleofauna es bastante escasa. Los restos hallados son un cráneo parcial y una mandíbula inferior, y este nuevo dinosaurio nos demuestra una vez más la enorme diversidad de dinosaurios que había durante el Cretácico inferior en el Este de Asia.

Sarcosuchus

El Sarcosuchus (Cocodrilo carnoso) fue uno de los cocodrilos prehistóricos más grandes que han existido, y vivió en la época de los dinosaurios (el Mesozoico) a los que es posible que cazara de vez en cuando. El Sarcosuchus medía hasta 13m de largo, el doble que un cocodrilo actual, y pesaba hasta 10 toneladas, cinco veces más que un cocodrilo actual. Sus restos han sido hallados en Níger y en Brasil, y datan de Cretácico medio. Este género fue descubierto en 1964 en Níger, en el mismo yacimiento donde se han hallado otros grandes animales como Nigersaurus, Jobaria, Suchomimus o Carcharodontosaurus, y más tarde descrito por paleontólogos franceses, aunque en 2001 Paul Sereno lo reclasificó tras encontrar el ejemplar más grande de Sarcosuchus que se conserva hoy día.
Los restos de Sarcosuchus se basan en un cráneo muy completo y distintos huesos del esqueleto, y a través de ellos podemos obtener impresionantes datos como que su cráneo medía dos metros de longitud o que estaba dotado de más de 100 grandes y afilados dientes. A pesar de su monumental tamaño, hubo otro cocodrilo del Mesozoico que superó a este bicho, hablo del Deinosuchus, que llegaba a los 15m de longitud. Para su defensa, el Sarcosuchus disponía de unas placas óseas que le cubrían casi toda la parte superior del cuerpo.
Ahora trasladémonos al Cretácico medio en Níger, donde encontramos un hábitat que es todo lo contrario al desierto del Sahara, un terreno boscoso y con ríos y charcas. En una de las charcas vemos a un grupo de Ouranosaurus acercándose a beber, sin ser conscientes del peligro que les acecha. Un Sarcosuchus, escondido en el agua, nota el chapoteo y se acerca a su presa nadando a gran velocidad gracias a su poderosa cola. Antes de que el Ouranosaurus pueda reaccionar, su cuello ha sido atacado por las mandíbulas del Sarcosuchus, que al encajar perfectamente entre sí, hacen el mayor daño posible. A pesar de que el Ouranosaurus mide 7m de longitud, es arrastrado al agua por el Sarcosuchus, que lo devora sin piedad alguna (no confundir al Suchomimus de la imagen superior con un Ouranosaurus).

viernes, 30 de octubre de 2009

¿Qué fósil es?

No os quejaréis, que esta vez he puesto al bicho entero...



La lista de dinosaurios para elgir es la siguiente:

  • Coelurus
  • Altirhinus
  • Barosaurus
  • Scutellosaurus
  • Pentaceratops

Lo veo demasiado fácil para dar pistas así que, ¡a adivinar!

Nuevo tiranosáurido en Asia

Nuevo tiranosáurido hallado en Asia por paleontólogos chinos. El dinosaurio data del Cretácico inferior, y se ha recolectado de la provincia de Liaoning, conocida por sus aportes paleontológicos. Se trata ni más ni menos que del Sinotyrannus kazuoensis, un depredador de entre 9 y 10m de longitud, que en su tiempo se habría erigido como el carnívoro más grande de su entorno, y es el tiranosáurido más grande encontrado hasta hoy exceptuando a los del Cretácico superior (Tyrannosaurus, Daspletosaurus...).

Los restos encontrados se basan en un esqueleto bastante completo y un crñaneo parcial, con lo que la clasificación del animal no ha sido difícil. Es sin duda uno de los ancestros de los tiranosáuridos del Cretácico superior, ya que coincide con ellos en ciertos rasgos, pero también discrepa en la posición de ciertas fenestras y de las narinas. El Sinotyrannus nos acerca aún más al hecho de que los tiranosáuridos se originaron en Asia, hecho que ya fue presentado tras descubrir a otros tiranosáuridos como Siamotyrannus, pero que cada vez está más arraigado como teoría, y una vez más encontramos a un terópodo de 10m de longitud, lo cual no se ve todos los días.

Caudipteryx

El Caudipteryx (Plumas en la cola), fue un curioso terópodo cuya clasificación causó muchos dolores de cabeza a los científicos desde que fue descubierto, ya que es una mezcla entre un terópodo y un ave. Medía hasta 80cm de largo, pesaba 5kg y vivió durante el Cretácico inferior, lo cuál indica que no pudo ser uno de los principales antecesores de las aves, ya que estas ya existían desde el Jurásico superior. Los restos de Caudipteryx han sido hallados en Liaoning (China), sin duda una provincia que ha aportado muchísimos dinosaurios (especialmente emplumados) a la paleontología.


Si bien Caudipteryx parece un pequeño terópodo típico, su cola y sus miembros anteriores eran muy cortos, un rasgo muy curioso en un maniraptor. Aunque sus bracitos eran muy cortos, estos acababan en tres largos dígitos armados com garras, que seguramente serían su arma principal si es que este dinosaurio era carnívoro. Lo que nos aporta la información principal sobre su dieta es el cráneo, que tiene la misma forma que el de Oviraptor (redondo y con un pico) y lo más interesante de todo, unos pequeños dientes afilados en la zona anterior del pico, que forman una especie de orla.


Después de analizar el resto de su cuerpo y comprobar que estaba hecho para correr, llegamos a la conclusión de que era principalmente carnívoro, y su dieta se constituiría principalmente de pequeños lagartos, mamíferos e incluso insectos. No podemos descartar que este dinosaurio se alimentara de huvos, ya que estos eran una gran fuente nutritiva y aunque no haya prubas científicas su anatomía encaja perfectamente. También hemos observado que aunque Caudipteryx estaba completamente emplumado (especialmente en la cola) no podía volar, más que nada por el tamaño de sus miembros anteriores.


Después de todo esto llegamos a la clasificación de este animal, que definitivamente ha sido incluido en Maniraptora como una familia nueva, Caudipteridae, a la que se ha colocado como un grupo muy cercano a las aves pero separado de su línea evolutiva.

Por último, espero que les haya gustado, en especial a Hexo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Iguanodon

El Iguanodon se descubrió por primera vez en 1820, en el sur de Inglaterra, donde, debido a sus 10m de longitud por 3 metros y medio de altura, se creyó que este era un dinosaurio herbívoro cuadrúpedo de movimientos lentos y que tenía un cuerno al final del hocico. Más adelante, se desenterraron huesos de Iguanodon en EEUU, España, Portugal, Francia, Bélgica, Alemania, Rumanía y Mongolia que desmentían algunos de los datos anteriores, como el cuerno del hocico o los movimientos lentos. Pesaba de 4 a 5 toneladas y vivió durante el período Cretácico. La abundancia de fósiles de Iguanodon descubiertos en tantos continentes nos indica que este debió de ser tal vez el dinosaurio más común de los primeros 40 millones de años del cretácico.
Al principio se pensaba que el Iguanodon se movía erguido sobre sus patas traseras, manteniendo el equilibrio con la cola, pero hace poco los científicos descubrieron que esto no era cierto. Por lo visto, para que el Iguanodon permaneciese erguido, tenía que hacer un brusco movimiento con la cola.
Hoy día se sabe que el Iguanodon andaba con su cola recta para proporcionar un contrapeso, y los científicos han llegado a la conclusión de que este animal podía andar tanto a cuatro patas como a dos, a pesar de que debido a los pesados huesos de los que disponía en el pecho, el Iguanodon era un dinosaurio muy pesado para andar como un bípedo.
En cuanto a lo del cuerno del hocico, se descubrió que el hueso hallado pertenecía al extremo del pulgar de las patas delanteras del Iguanodon, que por lo visto gozaba de un arma bastante cortante en sus patas anteriores para defenderse de los depredadores.
La mandíbula del Iguanodon estaba perfectamente diseñada para su dieta herbívora. Disponía de un buen pico para arrancar las hojas y de dos hileras de dientes que estaban perfectamente situadas para encajarse completamente y triturar las hojas. Además, mientras los dientes del Iguanodon se encajaban completamente, este movía la parte superior hacia un lado y la inferior hacia otro, sin desencajar sus dientes, lo cual debía triturar bastante la comida antes de que pasara a su largo intestino.
Todo un clásico...

El pequeño ornitisquio

Hallado en Norteamérica el ornitisquio más pequeño conocido hasta hoy, se trata del Fruitadens haagarorum, un pequeño heterodontosáurido de 65-75cm de longitud. La gran mayoría de los dinosaurios de menos de un metro de longitud son pequeños terópodos carnívoros, pero Fruitadens rompe todas las reglas y se coloca como dinosaurio más pequeño de Norteamérica y ornitisquio más diminuto. Pero nuestro pequeño animalillo no se conforma con eso, ya que además es el primer heterodontosáurido descubierto en Norteamérica, lo que lo hace aún más especial.

Gracias a los restos hallados hemos podido deducir que nuestro Fruitadens era seguramente omnívoro y vivió durante el Jurásico superior, siendo así uno de los heterodontosáuridos más tardíos.

martes, 27 de octubre de 2009

Quetzalcoatlus

El Quetzalcoatlus (De Quetzalcoatl) es sin duda una de las criaturas más grandes que jamás han volado por los cielos de este planeta, siendo más grande que otros grande pterosaurios como Ornithocheirus pero no tanto como algunos muy recientes como Arambourgiana. Quetzalcoatlus medía hasta 14m de envergadura (de una punta del ala a la otra) y pesaba entre 70 y 100kg, algo que para un animal volador supone un grave y simple problema, levantar todo ese peso. El tamaño de Quetzalcoatlus era inmenso, sólo su cuello llegaba a los tres metros de longitud, y su cráneo medía otros dos metros.

Este pterosaurio vivió durante el Cretácico tardío, hace 70-65 millones de años en lo que hoy es Méjico y EEUU, lo que quiere decir que convivió con los grandes dinosaurios norteamericanos de finales del Cretácico, como Tyrannosaurus y Triceratops. Quetzalcoatl es un dios azteca que representa una serpiente con plumas, pero es muy difícil que este pterosaurio (o cualquier otro) las tuviera, la que lo más normal es que tal vez fuera algo peludo en la zona del cuerpo. Los restos de Quetzalcoatlus son desgraciadamente escasos, pues sólo se conoce a este animal a través de huesos de las alas, fragmentos craneales y algún otro resto suelto.
El cráneo de Quetzalcoatlus presentaba un largo y fino pico óseo sin dientes, y una cresta ósea proyectada hacia atrás entre los ojos y el pico. Las alas de este pterosaurio eran finas y membranosas, lo que significa que el vuelo requería unos factores muy precisos, empezando por que no estuviera lloviendo… El vuelo de los pterosaurios se basaba en el planeo por las corrientes de aire, por lo que es bastante difícil que los pterosaurio tuviesen un buen control de vuelo, o al menos no tan bueno como el de las aves actuales. Se ha sugerido que el Quetzalcoatlus podría haber comido peces, volando cerca del mar, pero esta teoría es muy poco aceptada debido su gran tamaño, por lo que la teoría más acogida es que se alimentaba de carroña, introduciendo en los cadáveres su largo pico óseo. En tierra, el Quetzalcoatlus sería un animal torpe y lento.

Stegosaurus

El Stegosaurus es el estegosaurio más conocido con diferencia, ya que cumplía en todos los aspectos las características que determinan a su familia; tenía el lomo, la cola, y la parte superior de la cabeza cubiertos de placas y espinas óseas de las que hablaremos más adelante. Era un gran herbívoro de movimientos lentos, ya que medía 9m de largo por unos 5 metros de alto y pesaba 2 toneladas. Sus huesos se encontraron en EEUU y vivió durante finales del período jurásico. Compartió su entorno con algunos grandes depredadores como el Allosaurus, del que es posible que fuera una de sus víctimas comunes.
Las placas y espinas óseas del Stegosaurus son, por supuesto, su característica más importante y vistosa. Las más grandes se encontraban en la zona de la cadera y podían llegar a medir hasta 1m de altura. Las espinas de las que disponía al final de la cola podían medir 60cm de longitud.
A pesar de que sus placas eran muy grandes, no le habrían servido de nada a la hora de defenderse de un depredador, ya que eran relativamente frágiles. Como el Stegosaurus era un dinosaurio de movimientos lentos, todo esto indica que su única defensa contra los grandes terópodos era su cola, y tal vez por ello al final de esta disponía de dos grandes espinas.
Si descartamos la teoría de que sus placas le servían para defenderse de los depredadores, no nos quedan muchas para conocer la utilidad de estas placas. La teoría predominante hoy día es que estas placas servían para controlar y regular su temperatura corporal colocando las placas de una forma determinada con respecto al Sol para calentarse o enfriarse (tal vez de la misma forma que el Spinosaurus). Esta teoría se basa en que en las placas descubiertas hay numerosos surcos muy pequeños que indican que por ahí pasaban numerosos capilares sanguíneos.


Además, el Stegosaurus tenía las patas delanteras mucho más cortas y separadas que las traseras, que eran mucho más grandes. Esto nos hace pensar que el Stegosaurus tenía un intestino largísimo, ya que con sus dientes y su pico no sería capaz de triturar las plantas e hierbas que comía, necesitaba un intestino largo para poder obtener nutrientes de una sustancia apenas triturada.

lunes, 26 de octubre de 2009

Leaellynasaura

Este dinosaurio es uno de los principales apoyos de la teoría de que los dinosaurios eran de sangre caliente, ya que ¿cómo iba a vivir un dinosaurio de sangre fría en un continente polar? Leaellynasaura lo hizo, y es muy conocido por ello. Su nombre significa Reptil de Laellyn, en honor a la hija de los descubridores del primer fósil de este ornitópodo. Medía hasta 2m de largo, pesaba tan sólo 10kg y vivió durante el Cretácico medio, en lo que hoy es el Sur de Australia (que en aquella se encontraba en el círculo antártico). Este pequeño animalito asombra por su ligereza, la cuál le debió de proporcionar gran agilidad y velocidad.
Fue descubierto en 1989 por Patricia Vickers-Rich y Thomas Rich, y adjudicado al grupo de los hipsilofodóntidos, básicamente por su tamaño y por su pequeño pico acompañado de molares masticadores, que ayudarían a la digestión del animal. Los principales rasgos de Leaellynasaura son sus grandes ojos y su cerebro relativamente grande, lo que indica que eran sociables, y que veían muy bien. Se ha sugerido que sus grandes ojos se debían exclusivamente a su hábitat, ya que este estaba conformado por bosques fríos pero densos, por lo que no sería fácil ver a mucha distancia.
El clima del hábitat de Leaellynasaura no era tan duro como el de la Antártica actual pero en la estación de invierno debió de ser algo muy muy frío, por lo que también se ha sugerido que este dinosaurio hibernaba cuando las temperaturas bajaban de los 0º C. A pesar de que este dinosaurio nunca ha salido en una película (o al menos eso creo), sí lo ha hecho en documentales como Caminando entre dinosaurios, de la BBC, donde se muestra de forma muy interesante cómo debió de ser su modo de vida.

Alteración genética

Tronchante vídeo de dos dinosaurios y un cerdo.


domingo, 25 de octubre de 2009

Massospondylus

El Massospondylus fue un prosaurópodo clásico encontrado en el Sur de África y descrito por Richard Owen durante finales del siglo XIX. Medía 4m de largo (aunque algunas fuentes aseguran que llegaba a los seis metros, no lo sabremos hasta que no se halle el esqueleto completo) por casi dos metros de alto, pesaba unos 135kg y vivió durante el período Jurásico. Sus rasgos anatómicos eran los de cualquier prosaurópodo, un largo cuello, una larga cola, el cuerpo delgado y ligero y un pequeño cráneo. Inicialmente se pensó que este prosaurópodo era omnívoro, pero después de estudiar sus dientes, los científicos llegaron a la conclusión de que era herbívoro, ya que sus dientes estaban muy preparados para desmenuzar cualquier tipo de hoja, pero no para triturarla o masticarla.
En el caso del Massospondylus, la misión de triturar la comida recaía sobre el estómago, que ayudado de los gastrolitos o piedras estomacales que el dinosaurio tragaba, trituraba la comida como si fuese una batidora. Sus patas también han dado lugar a debates entre los paleontólogos para decidir si este animal era bípedo o cuadrúpedo, y si bien al principio se creía que era cuadrúpedo, tal y como lo serían sus sucesores y tal y como está representado en el Natural History Museum de Londres (foto), en el 2007 se realizaría una nueva investigación que demostraría lo contrario.
Para defenderse de los depredadores, el Massospondylus utilizaría sus extremidades anteriores, las cuales terminarían en cinco dedos entre los que destacaría el pulgar, ya que este estaba dotado de una larga y poderosa garra. Esta característica estaba presente en todos los prosaurópodos y se iría perdiendo conforme estos adquirían peso y necesitaban cada vez más sus patas delanteras para soportar su pesado cuerpo.

Dinosaurios de Argentina (II)

Segunda parte de los dinosaurios argentinos, en la que conoceremos algunos de los dinosaurios más grandes y más curiosos.
Debido a la escasez de géneros argentinos en el Jurásico superior, pasaremos directamente al Cretácico. Por si se queda con las ganas de como fue el Jurásico superior, fue un período con un hábitat boscoso y numerosos saurópodos predominaban entre los dinosaurios.

Estamos en el Cretácico inferior, en el Barremiano, y un gran grupo de saurópodos comienza a diversificarse, son los titanosaurios como el Amargatitanis, que llegarían a albergar a los dinosaurios más grandes que existieron, aunque seguía habiendo diplodócidos, como el impresionante Amargasaurus, un saurópodo de 10m de largo que posiblemente disponía de dos velas paralelas sobre el lomo, lo cual le daría un aspecto realente alentador.

Amargasaurus, del Cretácico inferior.

Un pequeño terópodo abelisáurido de la zona era el Ligabueino, de tan sólo 74cm de longitud, cuya dieta se basaría en insectos o pequeñas lagartijas. Ahora pasemos a el Aptiano, hace 125 millones de años, donde sí encontramos una considerable paleofauna.

Una vez más, el paisaje está dominado por los saurópodos, con titanosaurios como Ligabuesaurus o Agustinia, ambos de 16m de longitud, y diplodócidos como Zapalasaurus, un gigantesco saurópodo de 25m de longitud. Agustinia era sin duda un magnífico saurópodo, ya que además de su tamaño disponía de dos hileras paralelas de espinas que crecían hacia arriba y hacia fuera, que llegaban desde el lomo hasta el final de la cola. El gran depredador de la zona, el Tyrannotitan, era un enorme terópodo de 12m de longitud y 5 toneladas de peso,que seguramente sería capaz de abatir con facilidad a un Ligabuesaurus o incluso a un Zapalasaurus joven.


Agustinia se defiende de Tyrannotitan en el Cretácico inferior. Esta imagen fue realizada por Karkemish, paleoilustrador mexicano.



Continuemos, ahora pasamos al Albiano, hace 112 millones de años, donde una vez más nos encontramos con una enorme variedad de saurópodos, pasando por titanosaurios como Ligabuesaurus (de 16m) o Chubutisaurus (de 23m), diplodócidos como Rayososaurus (de 6m) y brachiosáuridos como Limaysaurus (de 18m). Esta amplia variedad de saurópodos era cazada especialemente por el Genyodectes, un terópodo ceratosaurio de 9m de longitud, capaz de derribar con facilidad a un Rayososaurus y abatir con dificultad a un Ligabuesaurus o un Limaysaurus. El Chubutisaurus era prácticamente incazable, ya que además de su tamaño disponía de una gran armadura de plas óseas a lo largo de todo el lomo y parte de la cola.

¡Qué mejor forma de terminar el post que adentrándonos de lleno en el Cenomaniano argentino!, uno de los períodos más impresionantes de todo el Mesozoico. Para empezar, podemos encontrar al Anabisetia, un iguanodóntido de 2m de longitud, la misma que Unenlagia, que era un dromeosáurido muy cercano a las aves, y que seguramente caza a estos iguanodóntidos. Eso sí, otra posible presa del Unenlagia era el Notohypsilophodon, un pequeño ornitópodo de tan sólo metro y medio de largo, de rápidos reflejos pero sin defensa alguna.

Skorpiovenator podría cazar a cualquier de los dinosauiros anteriores siempre y cuando los alcanzara, ya que este era un abelisáurido de 6m de longitud, y no era el único. Otros abelisáuridos de la zona eran el Ekrixinatosaurus (de 7m) y el Ilokelesia, un abelisáurido con un cráneo curioso en el aspecto anatómico. Es posible que el Ekrixinatosaurus fuese capaz de cazar en grupos (suponiendo que lo hiciera) al Andesaurus, un titanosaurio de 15m de longitud. Otro saurópodo de la zona era el Cathartesaura, un diplodócido de 17m de longitud.

Pero los dos grandes saurópodos del ecosistema eran el Chubutisaurus y, por supuesto, el Argentinosaurus, el titán argentino de casi 40m de longitud y cerca de 70 toneladas de peso, que seguramente sea el más pesado de todos los dinosaurios. Pero el Cenomaniano argentino no acaba aquí, ya que tenemos dos dinosaurios más, dos dinosaurios capaces de cazar y matar a cualquiera de los dinosaurios anteriores, incluso capaces de abatir a el gran Argentinosaurus, les habló de posiblemente los dos depredadores más robustos de todos los tiempos, el Mapusaurus y el Giganotosaurus, dos depredadores de casi 14m de longitud y de hasta 8 toneladas de peso. Estos carcarodontosáuridos, cazando en grupo, eran capaces de derribar a los Chubutisaurus con facilidad, y a los Argentinosaurus jovenes también. Los restos de un Argentinosaurus confirman que al menos los Gigantosaurus eran capaces de cazar a este enorme titán.




Un Giganotosaurus ataca a un Argentinosaurus joven en el Cretácico superior.

sábado, 24 de octubre de 2009

Tyrannosaurus

Ya era hora de describir a este polémico dinosaurio...

El Tyrannosaurus rex es el dinosaurio más conocido por todos desde que somos pequeños, y no es para menos, ya que el animalito medía unos 12m de largo por unos 4 metros y pico de alto, pesaba alrededor de 5 o 6 toneladas y era carnívoro. Cuando se encontró el primer esqueleto prácticamente completo de Tyrannosaurus, hace ya bastante tiempo, se supo que se había descubierto uno de los carnívoros más grandes de la historia, ya que disponía de un cuerpo muy musculoso y de dientes de 20cm afilados como cuchillas. De hecho hasta hace poco, se pensaba que el Tyrannosaurus era el más grande de los carnívoros del reino animal, pero recientemente se han descubierto otros terópodos en Sudamérica y en África que son aún más grandes que él. Sus fósiles han sido hallados en EEUU y Canadá y vivió al final del período cretácico.
El cráneo del Tyrannosaurus era una de sus grandes características con respecto a los otros grandes terópodos descubiertos hasta entonces. En lugar de ser estrecho, era amplio y extraordinariamente musculoso, por no hablar de la gran capa de hueso puro y duro que formaba la mandíbula. Para finalizar, sus dientes eran más anchos que los de los demás carnívoros y tenían la peculiaridad de que los más potentes estaban por el medio de la mandíbula, y no en la zona delantera.

Gracias a la gran potencia de los dientes y la mandíbula del Tyrannosaurus, hoy conocemos qué animales solían ser sus presas, ya que se han encontrado en sus fósiles huellas y marcas que encajan perfectamente con los dientes del Tyrannosaurus. También sabemos que el Tyrannosaurus no utilizaba sus dientes para desgarrar, como lo podrían hacer otros carnívoros como el Allosaurus, sino para agarrar a sus presas y matarlas (por eso tenía los brazos tan cortos, porque su función era desempeñada por la propia mandíbula).
Y para colmo, ¡aún hay más cosas que decir sobre su mandíbula! Se cree que el Tyrannosaurus fue capaz de romper huesos de otros dinosaurios con un simple mordisco, ya que se ha encontrado un hueso de Triceratops (con marcas de dientes del Tyrannosaurus) al que le falta un buen cacho, y se han encontrado excrementos fosilizados de Tyrannosaurus entre los cuales se hallan huesos de otros dinosaurios herbívoros. Tan feroz era el Tyrannosaurus que cuando encontraba a otro carnívoro comiendo, le podía arrebatar tranquilamente su comida y comerse él la carroña. Esta actitud de carroñeo ha llegado a considerarse la única actitud del animal, y hoy día sigue vigente el debate de si el Tyrannosaurus era depredador o carroñero.

La Era de los Titanes

Segundo episodio de Caminando entre dinosaurios, en el que viviremos el Jurásico superior norteamericano, uno de los períodos más impresionantes del Mesozoico. He tenido que corregir algunas cosas por la antigüedad del documental.



No, los Diplodocus no medían 40m de largo, "sólo" 27m, y evidentemente no eran los saurópodos más grandes. Ciertamente las observaciones que este episodio hace sobre la vida de Diplodocus son muy subjetivas, excepto el hecho de que viviera en manada.


La función que siempre se le ha otorgado a las placas del Stegosaurus es la termorregulación, aunque es posible que también le sirvieran para la exhibición visual. El Allosaurus no era el dinosaurio carnívoro más grande de su tiempo y es muy improbable que el Diplodocus tuviera placas óseas.


¿Los Brachiosaurus eran los dinosaurios más pesados? Lo dudo mucho, más que nada porque no pesaban 70 toneladas, sino entre 40 o 50 toneladas, y el peso del Argentinosaurus si se estima en más de 70 toneladas. Según el vídeo, ya no habría animales tan grandes, pero en el Cretácico vivieron saurópodos mucho más grandes que el Diplodocus, como por ejemplo, el Puertasaurus.

Zupaysaurus

El Zupaysaurus (Lagarto del diablo) fue un antiguo terópodo cuyas características lo convierten en un animal muy interesante. Medía hasta 4m de largo por 1'2m de alto, pesaba 200kg y vivió durante el período Triásico superior. Sus restos han sido hallados en La Rioja (Argentina). Por desgracia de este dinosaurio sólo tenemos un cráneo bastante completo, algunas vértebras y parte de un miembro, pero solo con esto ya podemos ver varias cosas sobre este depredador. Este antiguo dinosaurio tenía sobre su cráneo dos crestas similares a las de Dilophosaurus, lo que quiere decir que seguramente sería su principal antecesor.
Si intentamos averiguar la función de sus crestas, sacaríamos prácticamente la misma conclusión que en el Dilophosaurus, y es que estas le servirían seguramente como carácter sexual que sólo tenían los machos, o que los machos tenían iluminadas las crestas con colores brillantes para atraer a las hembras. Su complexión extraligera le habría permitido ser uno de los más veloces de su entorno, pues sus extremidades posteriores no dejaban de ser potentes. Por último señalar que su cráneo de 45cm de longitud le daba una proporción cráneo-cuerpo casi similar a la de Giganotosaurus, y además estaba repleto de numerosísimos dientes aserrados y preparados para matar, aunque de esta función se ayudaría con sus poderosos miembros anteriores armados con afiladas garras.


El Zupaysaurus vivió en un tiempo en el que los dinosaurios se dividían en prosaurópodos y terópodos, por lo que lo más seguro es que cazara pequeños reptiles o en todo caso algún prosaurópodo que no fuera muy grande. Una posible "presa fácil" para el Zupaysaurus pudo ser el Mussaurus, de 3m de longitud, aunque tal vez este fuera demasiado rápido y fuese más fácil cazar e un Coloradisaurus, otro prosaurópodo de 4m de largo, pero bastante más pesado que Mussaurus, y por lo tanto, más lento.
En estos dibujos del cráneo de Zupaysaurus se pueden apreciar sus crestas, aunque lógicamente no eran tan grandes como las de Dilophosaurus.






viernes, 23 de octubre de 2009

El T-Rex y el cerdo

Otro graciosísimo corto de nuestros tres amigos.



Pobre Tyrannosaurus...

Dilophosaurus

El Dilophosaurus fue uno de los primeros dinosaurios carnívoros que existieron, y además disponía de una característica bastante peculiar, dos crestas que se extendían desde sus ollares hacia arriba (de ahí su nombre, reptil de dos crestas). Medía 6 ó 7 metros de largo por casi tres metros de alto, pesaba entre 300 y 450kg, y se conoce como el mayor depredador de Norteamérica en su época, ya que este animal vivió durante el jurásico inicial.El Dilophosaurus es un dinosaurio muy raro, ya que solo ha sido hallado en un punto del mundo, pero en ese mismo punto se han desenterrado varios esqueletos, lo que nos indica que este carnívoro debía vivir en manadas.

Cuando se desenterró el primer esqueleto de Dilophosaurus, el cráneo no estaba en perfecto estado y respectivamente no se apreciaban las crestas, pero ya cuando se encontró un cráneo mejor conservado, los científicos apreciaron que el Dilophosaurus tenía sobre su cabeza dos cretas hechas de hueso en forma de “V”. No se conoce muy bien la función de estas crestas, desde luego no pudieron usarlas para proteger su cráneo, ya que estas eran delgadas y no muy fuertes. Las teorías más lógicas son el usarlas para identificarse con los miembros de su especie o que la exhibiera para atraer a las hembras.
Aunque se cree que el Dilophosaurus pudo vivir en manadas, desde luego esto no le haría falta para cazar. Además de su tamaño, las patas posteriores del depredador le otorgaban una gran velocidad a la hora de cazar presas, que luego podían elegir entre ser desgarradas por las garras de sus brazos, incluyendo la garra del dedo pulgar para poder agarrar a la presa, o ser directamente despedazada por la potente mandíbula del animal, que disponía de “una buena dentadura”.
Se ha hallado hace poco en China un esqueleto de terópodo que parece pertenecer a un Dilophosaurus. El animal descubierto dispone de las crestas y data del jurásico inicial, al igual que este, pero no coincide con el Dilophosaurus en la forma ni en el número de los dientes. Además, sus agujeros del cráneo tampoco coinciden del todo en forma, tamaño y posición, y teniendo en cuenta que ambos datan de la misma fecha, ¿es el fósil encontrado el de un Dilophosaurus chino?

jueves, 22 de octubre de 2009

Abelisaurus

El Abelisaurus fue un terópodo que estaba emparentado con el Carnotaurus, un dinosaurio argentino (de hecho, da nombre al grupo de los abelisáuridos). De este dinosaurio tan sólo se ha hallado un cráneo, así que es muy posible que las medidas que voy a decir no sean exactas. Medía unos 7m de largo por unos 3m de altura, pesaba dos toneladas y vivió durante el período cretácico tardío. Al haber encontrado tan solo un cráneo de este género, apenas conocemos datos del cuerpo de este terópodo.
Su mandíbula medía unos 85cm de largo, y estaba dotada de una multitud de gigantescos dientes afilados y curvos. Para aligerar peso en su gigantesco cráneo, tenía ciertos agujeros en el hueso donde se insertaban músculos que cerraban la mandíbula con gran fuerza. También disponía de dos crestas óseas no muy grandes sobre los ojos. Todas estas características se asemejan bastante a las del cráneo del Carnotaurus, lo que nos hace pensar que su cuerpo sería algo parecido, largo, con las patas traseras muy musculosas, una fuerte cola para mantener el equilibrio y unas extremidades anteriores minúsculas.
Si tenemos en cuenta que los brazos del Abelisaurus debieron de ser muy pequeños, nos lo podríamos imaginar cazando únicamente con la boca, ya que una vez que este animal le diera un bocado a su presa, los dientes curvos de su mandíbula anulaban todas sus oportunidades de escapar. Se cree que pudo menear bruscamente de un lado a otro su cabeza, para matar más fácilmente a su presa.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Dinosaurios de Argentina (I)

Comienzo con este proyecto en el que describiré por encima a la mayoría de los dinosaurios de un país, explicando cuando y con qué dinosaurios convivieron directamente. Comienzo, como ven, con un plato fuerte, los dinosaurios de Argentina...
Retrocedamos 228 millones de años en el tiempo, nos encontramos en el período Triásico, en el comienzo del Carniano. Todos los continente están unidos en un supercontinente llamado Pangea, en el sur de esta gran masa continental es donde nos vamos a centrar.
La fauna que encontramos aquí nos está compuesta sobre todo por dinosaurios, pero estos ya forman una pequeña parte de la población. Por ahora sólo podemos ver dos dinosaurios distintos en la zona. Uno de ellos es el Eoraptor, el dinosaurio más antiguo que existió.
Eoraptor tenía unos rasgos dinosaurianos dignos de un terópodo, aunque es demasiado distinto a los demás como para meterlo en cualquier grupo, por lo que se le considera el mayor ancestro de los terópodos.
La constitución del Eoraptor es muy ligera, y su longitud llegaba a un metro, por lo que este pequeño ancestro sobrevivía acabando con pequeñas presas como lagartos o pequeños tecodontos.

Si bien este era el ancestro de los terópodos, también tenemos al ancestro de los prosaurópodos, el Panphagia, un dinosaurio que compartía muchas novedades evolutivas con Eoraptor, y seguramente fue el primer dinosaurio que comía plantas, aunque su dieta general era omnívora. El Eoraptor no pudo llegar a cazar a Panphagia, debido a que el tamaño de este (1'8m de longitud) era demasiado para él, sin tener en cuenta las garras de las que Panphagia disponía en los brazos.

Un poco después podemos encontrar otros dos géneros, Herrerasaurus y Pisanosaurus. Herrerasaurus da nombre a toda una familia de dinosaurios terópodos, y como bicho, ya era un depredador de considerable tamaño (4m de longitud) que prefería cazar rincosaurios, unos animales parecidos en tamaño al cerdo actual.

Herrerasaurus, del Triásico superior.


Pisanosaurus es ni más ni menos que el primer ornitisquio, es decir, el primer dinosaurio con "cadera de pájaro", en la que el ilion y el isquión están alineados. Si bien el Pisanosaurus meía tan sólo un metro de largo, era el primer dinosaurio exclusivamente herbívoro, y una posible presa del Herrerasaurus.

Avancemos un poco en el tiempo, hasta el período Noriano, hace 216 millones de años. En este temprano período los dinosaurios empiezan a diversificarse y a dominar el planeta, pero hay dos cosas que no cambian, que la mayoría de los dinsoaurios sigue viviendo en lo que hoy es Argentina, y que estos siguen siendo antecesores muy primitivos.

Algunos de estos dinosaurios son prosaurópodos, como el Riojasaurus (de 11m), Coloradisaurus (de 4m) o Lessemsaurus (de 10m). Otro prosaurópodo de la zona era Mussaurus (de 3m), pero este es evolutivamente mucho más importante que los otros tres, debido a ciertas características anatómicas que lo convierten en un importante antecesor de los saurópodos.

Un poderoso depredador de la zona era el Zupaysaurus (de 4m), un potente dilophosáurido con dos crestas sobre su cráneo de casi medio metro de longitud, que seguramente daba caza a prosaurópodos como Mussaurus o Coloradisaurus.

Zupaysaurus, del Triásico superior

Debido a la escasez de dinosaurios argentinos en el Jurásico inferior y gran parte del medio, pasaremos directamente al Calloviano, hace 164 millones de años. Los dinosaurios ya son mucho más avanzados y grandes como en el caso de Patagosaurus, que aunque no deja de ser un saurópodo primitivo ya mide 18m de largo. Otro saurópodo de la zona era uno de los primeros brachiosáuridos, el Volkheimeria, que hoy día conocemos por restos muy escasos.

Un imponente carnívoro de la zona sería Piatnitzkysaurus, un terópodo megalosáurido de hasta 5m de longitud, con un cráneo muy potente y una gran velocidad. De todas formas, Piatnitzkysaurus no era el mayor depredador del medio, porque también tenemos al Condorraptor, un tetanuro de 7m de longitud cuya clasificación es problemática debido a la escasez de restos de los que disponemos. Es muy posible que tanto Condorraptor como Piatnitzkysaurus intentaran dar caza a los saurópodos anteriores antes de que estos se hicieran adultos y sobrepasaran los 10 o 12 metros.

Piatnitzkysaurus, del Jurásico medio (disculpen mi predilección por los carnívoros).

Doy por termonado este post, pero aún quedan unos cuantos más para terminar los dinosaurios de Argentina. Espero que les haya gustado este proyecto.

Pachycephalosaurus

El Pachycephalosaurus fue un herbívoro que vivió durante el período cretácico tardío. Tenía un tamaño medio para lo que era un dinosaurio y sus restos han sido hallados en diversos puntos de América del Norte. Medía hasta 8m de largo por algo más de 3m de alto, pesaba de una a dos toneladas y su principal característica era la gran bóveda que figuraba en su cráneo, que podía medir hasta unos 25cm de grosor.
No se sabe exactamente para que servía esta bóveda, y por ello es el rasgo que más dudas despierta entre los científicos. Es posible que le hubiera servido para proteger la cabeza de los ataques de los depredadores, aunque no le habría servido de mucho teniendo en cuenta que el resto del cuerpo lo tenía desprotegido. También le podría haber servido para identificarse entre los miembros de su especie, o tal vez los machos la tuvieran llena de colores brillantes para atraer a las hembras.
La teoría de que la bóveda se usara como una especie de arma tiene muchas posibilidades. Puede ser que los Pachycephalosaurus la usaran para embestir a los depredadores o para defenderse de ellos. El cráneo podía haber aguantado grandes golpes gracias a que estaba conectado a la espina dorsal y los huesos de este animal estaban perfectamente adaptados para aguantar la fuerza sobre la bóveda. También puede que se embistieran entre sí los machos de esta especie, ya sea para luchar por las hembras o para erigirse como “jefe” del grupo. Por otra parte, los científicos han sugerido que el cráneo no disponía de unos huesos con suficiente dureza como para aguantar los golpes, lo que no destroza la teoría del todo, ya que podían, en vez de golpearse o embestirse, empujarse bóveda contra bóveda o para embestir a otros Pachycephalosaurus pero por los laterales, que están más blanditos.


Estas características de la lucha por las hembras o de erigirse como jefe del grupo nos indican que el Pachycephalosaurus debía de ser un dinosaurio que viviera en grupos, lo cual les vendría bien a la hora de defenderse de carnívoros de su época como el famoso Tyrannosaurus.

El grupo de los pachycephalosaurios es bastante pequeño, pero algunos de los pachycephalosaurios más conocidos (además de este) son Stygimoloch y Stegoceras.

martes, 20 de octubre de 2009

Ankylosaurus

El Ankylosaurus fue un herbívoro que pesaba unas 4 toneladas y medía sobre 10m de largo por dos de alto. Vivió a finales del período cretácico, cuando se supone que cayó el famoso meteorito en la Tierra, y sus restos han sido descubiertos en Norteamérica. La gran característica de este dinosaurio era su recubrimiento de placas óseas (de ahí su nombre, “lagarto blindado”) desde la cabeza a la cola. Ya en el cráneo, tenía unos grandes cuernos con formas triangulares que le crecían hacia atrás, y en todo el resto del cuerpo y de la cola, estaba recubierto de montones de placas óseas y poderosas espinas de significativo grosor.

Además, al final de la cola, disponía de una potente maza ósea de considerable grosor, con la que podría haber tumbado o incluso roto una pata a casi cualquier depredador bípedo, ya que los carnívoros de la época del Ankylosaurus, como el Tyrannosaurus, tenían tanto peso que una sola caída podía incluso fracturarles un hueso.


Se cree que la maza de su cola estaba formada a partir de nódulos óseos que se incrustaban en la piel, y un poco antes de llegar a la maza de la cola los huesos estaban muy encajados entre sí. Además, el Ankylosaurus disponía de unos músculos especiales situados en la cola que le permitían mover toda su cola y su maza con bastante fuerza.
Al igual que una tortuga, el Ankylosaurus tenía una gran debilidad, que le dieran la vuelta. Aunque tenía todo el lomo, la cabeza y la cola recubiertos de placas óseas, por debajo no disponía de defensa alguna, así que si un depredador lograba darle la vuelta (lo cual era bastante difícil, ya que el Ankylosaurus pesaba varias toneladas) y ponerlo boca arriba, tenía la batalla ganada.

Los fósiles de los Ankylosaurus contrastan un poco los de los demás anquilosáuridos, que han sido encontrados la mayoría en Asia y han vivido a principios del período cretácico. Esto se debe a que antes América y Asia estaban unidas, y algunos de los primeros anquilosáuridos debieron cruzar de Asia a Norteamérica.

¿Qué fósil es?

Esta vez he aumentado considerablemente la dificultad de este juego, ya que esta vez solo traigo un diente pero ¿de qué dinosaurio?

El que acierte el fósil podrá elegir uno de estos dinsaurios para que sea descrito:

  • Ingenia
  • Orodromeus
  • Paranthodon
  • Caudipteryx
  • Saurolophus

Esta vez hasta a Noa le va a costar resolverlo...

lunes, 19 de octubre de 2009

Spinosaurus

El Spinosaurus fue un enorme terópodo del período cretácico, que medía hasta 17 metros de largo por unos 5m de alto, y pesaba unas 4 toneladas. Sus fósiles fueron descubiertos en Egipto y Marruecos.
El Spinosaurus, al igual que los grandes terópodos como el Tyrannosaurus rex, disponía de unas musculosas patas traseras, un tamaño considerable, que le daba la oportunidad de atacar grandes herbívoros, y una larga cola que le ayudaba a mantener el equilibrio. Aunque el Spinosaurus tenía muchas características propias que los hacen fácil de distinguir del resto de los dinosaurios. Para empezar, sus brazos le eran bastante útiles a la hora de atacar, ya que con las garras de los dedos de sus manos podía matar a los otros dinosaurios de un solo zarpazo, por lo que sus brazos eran más largos en relación a su cuerpo que los de muchos otros grandes carnívoros.
Otra importante característica es que tenía una mandíbula muy peculiar. Para empezar, era más estrecha de lo normal, aunque esto no era problema para cazar, ya que por dentro disponía de una amplia “gama” de dientes que, en lugar de estar afilados y ser curvos, tenían forma de cono y por lo tanto sus bordes eran lisos, lo que significa que apenas le servían para masticar (por lo que deducimos que sus víctimas eran completamente engullidas). Además, su mandíbula disponía de unos potentes músculos que la abrían y cerraban con una grandísima potencia.Todas estas características están muy bien, pero su gran diferencia con los demás dinosaurios eran las espinas que llevaba en su espalda (de ahí su nombre, lagarto espino), cuya función se cree que era regular la temperatura del Spinosaurus; cuando este quería calentarse, ponía sus espinas en una posición determinada de forma de que “captaba” la energía solar y gracias a ella calentaba su sangre y le permitía estar más activo y no pasar frío. Respectivamente, cuando se quería enfriar, bastaba con poner sus espinas de una forma determinada para que captaran el viento y se reducía su temperatura corporal. Aparentemente, estos cambios en la temperatura no serían nada vital, pero la situación cambia que sus fósiles han sido descubiertos en pleno desierto, que es donde habitaría en su época (aunque la imagen muestre lo contrario).
Así, cuando era de día en el abrasador desierto, él se refrigeraba mediante su “vela” de espinas, lo que le permitía cazar otras especies que estuvieran más acaloradas e indefensas. Y cuando se hacía de día en el desierto, mientras los demás dinosaurios estaban helados después de la noche, él se calentaba con el Sol y empezaba a correr mucho antes que los demás, que aún tenían la sangre fría. La idea de que Spinosaurus fuera piscívoro es más que probable, ya que su alargada mandíbula, sus largos brazos y su ligera constitución apoyan esta dieta.

Archaeopteryx

Por si aún no lo sabían, mi blog no va a exponer únicamente dinosaurios, también comentaré otro animales prehistóricos como aves, pterosaurios o cocodrilos.

El Archaeopteryx se considera la primera ave que ha volado sobre la Tierra, ya que hasta ahora los cielos habían estado ocupados por los pterosaurios, reptiles voladores sin plumas que volaban planeando con sus membranas. El Archaeopteryx medía unos 40cm de largo por 20cm de alto (sin levantar las alas), pesaba medio kilogramo y vivió durante el período jurásico. Esta ave representa un gran cambio para la fauna aérea, ya que después del Archaeopteryx comenzaron a aparecer todo tipo de pájaros, que gracias a su plumaje, ya no dependerían en absoluto de los vientos para poder emprender el vuelo. El Archaeopteryx es una especie de mezcla entre reptil y ave, pero tirando más bien a ave, y sus restos han sido hallados en Alemania.


En cuanto a las características del Archaeopteryx, ya he dicho que era una mezcla de reptil y ave; tenía en lugar de un pico sin dientes, unas mandíbulas con afilados dientes curvados hacia atrás, pero no muy grandes. Su tamaño era aproximadamente el de una urraca y los científicos creen que seguiría más o menos la misma dieta, comiéndose prácticamente todo lo que se le pusiera por delante y le cupiese en el boca (más que nada insectos). También es posible que comiera peces, pero esta teoría ha sido desechada por los científicos por diversas razones. Para empezar, el lago junto al que vivían los únicos Archaeopteryx que se han hallado era demasiado salado para que los peces vivieran allí, y además, esta ave no tenía suficiente control de su vuelo como para acercarse lo suficiente al mar para cazar peces.


Otro importante rasgo del Archaeopteryx era la presencia de una espoleta que también se encuentra en las aves actuales, esta espoleta se forma por dos clavículas que cruzan el pecho y que tienen insertados unos potentes músculos que ayudad a mover las alas. Además, el Archaeopteryx tenía al final de cada ala una mano con tres dedos acabados en garras, que seguramente servían para agarrarse a los árboles en los que se posara a descansar del vuelo.

Sangre Nueva

Les traigo el primer capítulo de la serie Caminando entre dinosaurios, que aunque ya tiene unos años, y algunos errores, a mí no me deja de impresionar.









Ya sé que de dinosaurios tan sólo aparecen el Coelophysis y el Plateosaurus, pero estos vídeos nos dan la ocasión de conocer a otras criaturas prehistóricas como el tecodonto Postosuchus y el mamífero Cinodon. Si les gusta pondré más vídeos de Caminando entre dinosaurios en el futuro.

Jobaria

El Jobaria (De Jobar) fue un enorme saurópodo cuyos rasgos hacen imposible clasificarlo en uno de los dos grandes grupos de saurópodos (diplodócidos y brachiosáuridos), ya que presentaba ciertas características muy primitivas para su época. Medía 21m de longitud, pesaba unas 19 toneladas y vivió en el Cretácico inferior, unos 10 millones de años después de los clásicos Diplodocus y no tan clásicos Amphicoelias. Los restos de este animal fueron hallados en Níger durante la década de 1990, por un equipo dirigido por Paul Sereno. Estos restos recompensaron el duro trabajo del equipo, que llegó a estar cavando a 50ºC de temperatura, pero al final obtuvo un ejemplar casi completo de Jobaria, un esqueleto no tan completo de un joven y un cúmulo de huesos de Jobaria que perteneían a varios individuos, un hallazgo así no se hace todos los días.

No sólo sacamos la conclusión de que Jobaria vivía en manadas, sino que una de las costillas halladas tenía marcas de mordeduras que concuerdan con los dientes de Afrovenator, un terópodo de la zona que seguramente depredaría a estos animales antes de que se hicieran adultos y demasiado grandes. El hábitat en el que vivía Jobaria no era ni mucho menos un desierto, ya que en el Cretácico inferior el Sáhara era un conjunto de bosques unos tras otro.
Los rasgos característicos de Jobaria son un cuello relativamente corto, con 5 o 6 vértebras menos de lo normal, una cola normal y corriente (sin la forma de látigo de los diplodócidos), y la carencia de palas o cavidades interiores en las vértebras de este saurópodo. En su cráneo, Jobaria tenía unos dientes en forma de cuchara, ideales para arrancar hojas, pero no para triturarlas, ya que seguramente de esto se encargaría su larguísimo intestino (deduzco que un animal que mida 6m menos que Diplodocus pero pese unas cinco toneladas más tendría un cuerpo muy grande para albergar enormes órganos).

Espero que les haya gustado (en especial a Noa).

domingo, 18 de octubre de 2009

Edmontonia

El Edmontonia (De Edmonton) fue el último de los nodosáuridos conocidos hoy día, ya que se extinguió hace 70 millones de años, cinco millones de años antes de la extinción masiva. Medía hasta 7m de largo, pesaba cuatro toneladas y sus restos datan del Cretácico tardío. El Edmontonia era probablemente el dinosaurio que disponía de la mejor coraza de todos, y de hecho era bastante robusto. Prueba de su robustez son las grandes patas de las que disponía este dinosaurio, que eran cortas y muy gruesas, preparadas exclusivamente para soportar peso, ya que no servían para nada a la hora de correr.
En 1924 se encontraron los primeros fósiles de Edmontonia en Edmonton, Alberta (Canadá). Más tarde se fueron encontrando más restos en diversos puntos de EEUU, como Montana y Dakota del Sur. Todos estos hallazgos nos han proporcionado hasta 5 especímenes distintos de Edmontonia, sin contar el caso Denversaurus (muchos científicos opinan que los restos de Denversaurus son en realidad de Edmontonia, y no de un género distinto). Al ser un nodosáurido, Edmontonia carecía de maza caudal.
El cráneo de Edmontonia resultaba ser plano por la parte superior, y era también largo bajo y ancho, con un pico en la parte frontal. Detrás del pico Edmontonia disponía probablemente de una especie de bolsas de carrillos o abazones donde tenía pequeños dientes y en gran número que se encargaban de masticar la dura vegetación que este animal arrancaba a ras de suelo.
La armadura ósea de Edmontonia se extendía desde el cráneo hasta la cola. Disponía en principio de una capa de placas óseas básicas, aunque estas estaban recubiertas de protuberancias más importantes. En el lomo y el principio de la cola la armadura de este tireóforo constaba también de unas protuberancias óseas en forma de espinas o púas que eran muy numerosas y de un tamaño muy considerable. Pero la gran arma de Edmontonia eran las grandes espinas de las que disponía en los costados, espinas que podían llegar a medir hasta 65cm, y cuya distribución a lo largo del costado está muy discutida. La teoría principal las sitúa creciendo hacia los lados, para proteger los flancos ante el ataque de un depredador, que seguramente buscaría una presa más fácil antes que intentar abatir a este titán.